Un grupo de piratas informáticos proiraníes dijo estar detrás de un ciberataque que hizo caer temporalmente el sitio web de la Autoridad Aeroportuaria de Israel el miércoles.
El ataque se produjo en forma de un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) durante el cual los servidores del sitio web de la Autoridad Aeroportuaria se vieron desbordados por solicitudes de conexión casi simultáneas.
La Autoridad Aeroportuaria fue uno de los varios sitios web israelíes que fueron blanco de un ataque que, según el equipo ALtahrea de hackers proiraníes en Irak, comenzó a la 1:02 de la madrugada del miércoles, coincidiendo con el segundo aniversario del asesinato de Qassem Soleimani por parte de Estados Unidos en Bagdad. Soleimani era el jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una organización terrorista designada por Estados Unidos.
La Autoridad Aeroportuaria confirmó el ataque DDoS, pero dijo en un comunicado que “no hubo daños ni intrusión en los [sus] sistemas operativos”.
Los ataques DDoS se dirigieron a docenas de otros sitios israelíes, incluido el sitio de noticias del Canal 9, informó Walla.
En los últimos años se ha informado de numerosos supuestos ciberataques iraníes contra Israel, incluido uno que tuvo como objetivo su infraestructura de agua en 2020.
Israel e Irán llevan años inmersos en una guerra en la sombra, en la que Israel supuestamente dirige la mayor parte de sus esfuerzos -incluidos los múltiples ciberataques sospechosos- a sabotear el programa de armas nucleares de la República Islámica.
El pasado mes de febrero, el CGRI de Irán publicó un vídeo en el que se mostraban las imágenes de las cámaras de seguridad de dos de los mayores puertos marítimos de Israel, así como los datos de cientos de trabajadores de esos lugares.
Piratas informáticos iraníes vinculados a la Guardia afirmaron que se habían apoderado de la información que el CGRI publicó en su canal de la aplicación Telegram.
Los clips mostraban imágenes de las cámaras que grababan las puertas de acceso e incluso a los trabajadores sentados en sus mesas en las oficinas. Además, el vídeo incluía datos personales de los trabajadores y sus documentos de identidad.