Las unidades de detección de bombas de Irak descubrieron un complot del Estado Islámico para detonar bombas contra los yazidis escondidas en los controladores de videojuegos, según reveló el lunes un documental publicado por el UK Telegraph.
Telegraph, citando un documental recientemente publicado, dijo que si uno de los controladores hubiera sido recogido y jugado con él, cuatro bombas habrían detonado y destruido la mayor parte de sus alrededores.
La trampa explosiva es una de las numerosas amenazas disfrazadas de objetos domésticos que se revelan en el documental. El documental, Into the Fire, cuenta la historia de Hana Khider, una mujer Yazidi y líder del equipo de la organización benéfica Mines Advisory Group que ayuda a detectar explosivos ocultos.
“El controlador se encontraba en una casa del distrito de Sinjar y estaba conectado a cuatro grandes cargas explosivas colocadas alrededor del edificio, suficientes para destruir completamente la casa”, dijo al periódico el portavoz del Grupo Asesor sobre Minas, Jonathan Caswell. “La presión sobre los botones del controlador o los joysticks los activaría simultáneamente”.
En el período comprendido entre 2014 y 2016, cuando los Jihadistas asesinaron a miles de personas y violaron y secuestraron sistemáticamente a mujeres y niñas yazidíes, el pueblo yazidi fue víctima de lo que se reconoce cada vez más como genocidio en la cúspide del poder del califato.
Aunque el Estado Islámico ya no existe como un Estado pseudogeográfico, los jihadistas plantaron hábilmente lo que los expertos consideran millones de artefactos explosivos ocultos en las comunidades como un medio de propagar el miedo después de que el Estado Islámico se haya retirado. Además de instalar dispositivos en los controladores de los juegos, otros objetivos comunes son los juguetes para niños, como los osos de peluche y las cartas de juego.
Este documental, se estrenó la semana pasada en el canal de YouTube de National Geographic. Está dirigida por el cineasta Orlando von Einsiedel, que ganó un Oscar por su película 2016 “Los cascos blancos” acerca de los rescatistas voluntarios de la Defensa Civil de Siria.
“A menudo me atraen las historias sobre la esperanza frente a la extrema adversidad, historias sobre gente común que muestra un extraordinario coraje, dignidad y determinación”, dijo von Einsiedel en la presentación del documental. “Incluso después de una tragedia inimaginable, la gente no se rinde. Se reconstruyen. En los tiempos difíciles y oscuros que todos estamos viviendo, encuentro útil que se me recuerde lo resistente que pueden ser los humanos”.
El lanzamiento del documental coincide con el anuncio hecho la semana pasada por los investigadores de la ONU de que han hecho “progresos significativos” para ayudar al gobierno de Irak a reunir pruebas para un futuro juicio a los militantes del Estado Islámico por las atrocidades. En un informe al Consejo de Seguridad de la ONU, los investigadores dijeron que habían reunido más de dos millones de registros telefónicos y un extenso material de vídeo y fotos que podrían ser utilizados por las autoridades de Irak para el enjuiciamiento.