Turquía informará al organismo cultural de las Naciones Unidas, la UNESCO, sobre las medidas que se están tomando en relación con Santa Sofía de Estambul, anunció el lunes el Ministro de Relaciones Exteriores Mevlut Cavusoglu, después de que Ankara convirtiera el museo de nuevo en una mezquita.
El viernes, un tribunal turco dictaminó que la conversión del edificio del siglo VI en museo era ilegal y el presidente Tayyip Erdogan declaró que ahora es una mezquita. Cavusoglu habló en una entrevista con la emisora estatal TRT Haber.
Sin embargo, el Papa Francisco y la UNESCO están preocupados por la decisión de Turquía de restaurar el estatuto de Santa Sofía como mezquita después de haber servido durante 76 años como un museo de referencia que dio testimonio de la doble historia cristiana e islámica de Estambul.
“Mis pensamientos van a Estambul. Pienso en Santa Sofía y estoy muy doloroso”, manifestó el Papa Francisco durante su bendición semanal el domingo en la Plaza de San Pedro.
El viernes, la UNESCO infromó que revisaría el estatus del monumento como Patrimonio de la Humanidad tras el anuncio de Erdogan. La UNESCO advirtió durante el fin de semana que la decisión de Turquía podría afectar el estatus del sitio como Patrimonio de la Humanidad.
La antigua estructura fue construida por primera vez como una iglesia bizantina alrededor del año 537 d.C. Fue convertida en una mezquita en 1453. Los otomanos construyeron minaretes a lo largo de la vasta estructura abovedada, mientras que en el interior añadieron paneles con los nombres árabes de Dios, el profeta Mahoma y los califas musulmanes.
En un intento de reconocer la doble herencia de la estructura y de hacer una declaración sobre el carácter secular de Turquía, el expresidente turco Mustafá Kemal Ataturk la convirtió en un museo en 1934. Los mosaicos dorados y los iconos cristianos, oscurecidos por los otomanos, se volvieron a descubrir cuando Santa Sofía se convirtió en museo.
El sitio fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1985 en el marco de las zonas históricas de Estambul, junto con otros puntos de importancia de la ciudad.
“Santa Sofía” es una obra maestra de la arquitectura y un testimonio único de las interacciones entre Europa y Asia a lo largo de los siglos. Su condición de museo refleja la naturaleza universal de su patrimonio y la convierte en un poderoso símbolo de diálogo, afirmó la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, durante el fin de semana, al emitir una rara declaración política.
Ella habló con el embajador de Turquía ante la UNESCO sobre el asunto el viernes por la noche. La UNESCO y Turquía también han intercambiado varias cartas sobre el asunto.
La UNESCO declaró que no había sido informada sobre la decisión de Ankara de cerrar el museo y reabrir el sitio como mezquita.
“Es lamentable que la decisión turca se haya tomado sin ningún tipo de diálogo o aviso previo”, finalizó la UNESCO.