Cuatro judíos de unos 20 años de edad han sido detenidos como “sospechosos” de planear un “sacrificio de Pascua” en el Monte del Templo como parte de sus actividades en el movimiento Hozrim LaHar (Regreso al Monte), cuya declaración de objetivos incluye el esfuerzo por expulsar a los musulmanes del lugar sagrado y establecer un tercer templo.
Los detenidos fueron llevados para ser interrogados en la comisaría del distrito de Jerusalén. En el domicilio de uno de los implicados se encontró un cordero destinado al sacrificio ritual.
Tras el incidente, la policía pidió al público que “no sirva de púlpito a los extremistas que intentan infringir la ley”.
“El estatus de facto en el Monte del Templo y otros lugares sagrados de Jerusalén seguirá manteniéndose y no permitiremos que los extremistas lo socaven”, concluye el comunicado.
La organización terrorista Hamás emitió el miércoles una amenaza contra Israel por una campaña del grupo para ofrecer el sacrificio de la Pascua en el Monte del Templo el viernes, la víspera de la fiesta de la Pascua.
“Subrayamos que esto representa una peligrosa escalada que cruza todas las líneas rojas, ya que es un ataque directo a las creencias y sentimientos de nuestro pueblo y nuestra nación durante este mes sagrado”, se lee en un comunicado del grupo, añadiendo que responsabilizaría a Israel si algún judío realiza la ceremonia bíblica en el lugar sagrado.
El Monte del Templo es históricamente del lugar más sagrado del judaísmo, mientras que la mezquita de Al Aqsa, situada en el extremo sur del monte, es el tercer lugar más sagrado del Islam según una leyenda que no está en el Corán.
A los judíos no se les permite ni siquiera parecer que están rezando en la zona, y las acusaciones de complots judíos contra la mezquita se han utilizado para incitar a la violencia desde la década de 1920.
El movimiento “Regreso al Monte” ha lanzado una nueva campaña para animar a los judíos a realizar el sacrificio de la Pascua esta semana.
En la publicación editada por el movimiento, se ofrece un premio en efectivo de diez mil shekels a quienes consigan realizar el “sacrificio de la Pascua” en su lugar adecuado, ochocientos shekels a quienes sean detenidos de camino al lugar con un cabrito o un cordero, y cuatrocientos shekels para los individuos detenidos sin un animal para el sacrificio.
Hace una semana y media, el presidente del movimiento, Rafael Morris, fue convocado a una audiencia para preparar una expulsión administrativa de la Ciudad Vieja, tras afirmar que intentaría ofrecer el sacrificio de Pascua en la víspera.
El movimiento respondió al castigo previsto: “Es hora de cambiar las reglas del juego. Ni Hamás ni Jordania decidirán si se reanuda la ofrenda de los sacrificios: depende únicamente de nosotros. Este próximo viernes, víspera de la Pascua, llegaremos al Monte del Templo desde todas las partes del país con cabras y ovejas exigiendo el sacrificio a su hora señalada”, se citó en un comunicado.
El funcionario de Hamás, Zaher Jabareen dijo que los intentos planeados eran una “línea roja”, advirtiendo que “[los judíos] están jugando con fuego, lo que los palestinos no pueden aceptar”.