El domingo por la mañana, la policía fue atacada por los palestinos en el lugar sagrado del Monte del Templo de Jerusalén, mientras los judíos visitaban el recinto durante la festividad de Shavuot.
Los palestinos se atrincheraron en el interior de la mezquita de Al-Aqsa y lanzaron piedras a la policía en respuesta a las visitas. No se informó de que hubiera heridos o detenidos en el incidente.
Las imágenes del lugar de los hechos mostraban a los agentes ante las puertas de la mezquita, mientras los palestinos atrincherados en el interior lanzaban piedras por las ventanas y coreaban “Allahu akbar”, o “Alah es el más grande”, un grito islamista de guerra que significa que su dios es más grande que el Dios de Israel.
Otros vídeos mostraban a un pequeño grupo de judíos caminando por la plaza, rodeados por la policía, con palestinos siguiendo al grupo judío con banderas palestinas y espetando su arenga de guerra.
Las visitas de los grupos judíos continuaron como de costumbre bajo protección policial, informaron los medios de comunicación hebreos.
El Monte del Templo -que también alberga la mezquita construida por la invasión islámica, apodada Al-Aqsa- está administrado por el Waqf, un fideicomiso religioso dirigido y financiado por Jordania. El lugar es el más sagrado para los judíos, ya que en él se encontraron los templos bíblicos, y Al-Aqsa es el tercer santuario más sagrado del Islam, con base en una leyenda.
En virtud de un acuerdo conocido como statu quo, los judíos suelen poder visitar el Monte del Templo durante un número limitado de horas, pero no pueden rezar allí ni realizar otros actos de culto que puedan considerarse una provocación para los musulmanes.
Los judíos han presionado cada vez más para que se permita el rezo judío en el lugar. Un sondeo publicado a finales del mes pasado reveló que la mitad de los israelíes judíos apoyaban la autorización de la oración judía en el Monte del Templo, y la mayoría de los encuestados que apoyaban esa postura decían que la mantenían “porque es una prueba de la soberanía de Israel” sobre el lugar.
A finales del mes pasado, un número récord de judíos visitó el Monte del Templo para conmemorar el Día de Jerusalén, lo que provocó las reprimendas de Jordania y la Autoridad Palestina. Según la Policía de Israel, unos 2.600 judíos entraron en el lugar sagrado en grupos de 40 a 50 personas.
El Día de Jerusalén es una fiesta nacional que conmemora la conquista por parte de Israel de la Ciudad Vieja y el Este de Jerusalén de la invasión de Jordania en la Guerra de los Seis Días de 1967. La Marcha de las Banderas es considerada por los palestinos e israelíes de extrema izquierda como una gran provocación.