El Departamento del Waqf islámico, controlado por Jordania, anunció el miércoles nuevas restricciones para los musulmanes que deseen rezar en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, como parte de las medidas de precaución para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus.
Las medidas incluyen la unificación de las oraciones detrás de un imán y un llamamiento a los fieles para que mantengan el distanciamiento social y eviten congregarse durante su presencia dentro del recinto de la Mezquita Al-Aqsa.
El Departamento del Waqf también instó a los fieles a que cumplieran plenamente las instrucciones sanitarias, en particular en lo que respecta al uso de mascarilla faciales, y a que utilizaran sus propias alfombras de oración.
“No se permitirá a nadie que viole estas instrucciones entrar y rezar en la mezquita”, advirtió en una declaración.
El departamento pidió a los ancianos y a los enfermos que rezaran en sus casas o en la mezquita más cercana a sus casas y que evitaran en lo posible el uso de los baños públicos.
En marzo, el recinto de la Mezquita Al-Aqsa fue cerrado completamente al público por primera vez desde 1967 “en respuesta a recomendaciones religiosas y médicas”. Solo a los empleados del Waqf se les permitía rezar en la explanada fuera de la mezquita.
El recinto fue reabierto a finales de mayo, y desde entonces miles de adoradores han estado convergiendo en el sitio casi a diario.