AP – La Biblioteca Nacional de Israel ha digitalizado una colección poco común de libros de registros comunitarios almacenadas en comunidades judías en Europa que llevan mucho tiempo perdidas, dando al público la oportunidad de explorar una era que se considera la edad de oro del autogobierno judío.
Estos documentos, conocidos como Pinkasim, fueron utilizados por las comunidades judías europeas hace cientos de años para rastrear transacciones financieras, eventos políticos, relaciones con agencias gubernamentales no judías, e incluso momentos divertidos.
Joel Finkelmann, conservador de la colección de la biblioteca Judaica y director del proyecto, dijo el martes que cualquier comunidad judía con el poder en el poder tiene rosas, lo que convierte a las revistas en “uno de los documentos más importantes para comprender la historia judía moderna de Europa”. Dijo que en la actualidad también se encuentran entre los menos accesibles.
Hoy en día, los libros que sobreviven se conservan en diversas colecciones de todo el mundo. La primera fase del proyecto, financiada por la Fundación Rothschild Hanadiv Europa, subió a internet unos 200 documentos de los años 1500 a 1800. La biblioteca espera con interés trabajar con otras instituciones para aumentar el acceso en línea.
Finkelman señaló que el número de burocracias formales en el continente había aumentado durante el período cubierto por la colección. También fue una época en la que la población judía era relativamente autónoma. Esto había llevado a una era en la que las instituciones comunitarias formales desempeñaban un papel único en la vida judía europea, dijo.
En el siglo XIX, los judíos se integraron más en las sociedades europeas, lo que llevó a una disminución del papel del autogobierno comunitario.
Muchos judíos abandonaron Europa Oriental a finales de ese siglo para huir de la persecución o buscar oportunidades económicas en el extranjero. Unos 6 millones de judíos, o dos tercios de la población judía europea, fueron asesinados por los nazis y sus colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial.
Para el público en general, el acceso al libro en Internet no necesariamente facilita la lectura de la historia de los judíos. A menudo mezclan varios idiomas, incluyendo hebreo, yiddish, polaco y otros, a veces en una sola frase. Por el momento, la biblioteca no tiene previsto traducirlos.
“Publicarlas en Internet es un paso necesario para atraer la atención de los historiadores, y a través de ellos, al discurso público que se merecen”, dijo Finkelman.