Decenas de miles de fieles se dirigen a Bnei Brak para el cortejo fúnebre del rabino haredi lituano y líder público, el rabino Chaim Kanievsky.
El cortejo fúnebre parte de la casa del rabino en la calle Rashbam de Bnei Brak y se dirige al cementerio de Zichron Meir de la ciudad.
Para evitar aglomeraciones y peligros, el ayuntamiento de Bnei Brak ha instalado decenas de pantallas gigantes y sistemas de altavoces a lo largo del recorrido de la procesión. El municipio insta a los padres a que adviertan a sus hijos “que se mantengan alejados de las zonas congestionadas…”.
La municipalidad de la ciudad instó a los lugareños a “desistir de subir a las estaciones de autobuses y a los tejados de los edificios [para tener una mejor visión de la procesión.” “Esto supone un peligro real para la vida”, rezaba el comunicado. “Toda la zona está herméticamente asegurada por la Policía de Israel sin ningún punto de acceso, lo que hace innecesarios y peligrosos los intentos de entrar en la zona”, continuaba.
El Ministerio de Comunicaciones pidió al público que se abstenga de hacer un uso no urgente de sus teléfonos inteligentes para permitir la disponibilidad de la emergencia. En caso de emergencia, se aconseja llamar a la línea 100 aunque no haya recepción en su localidad. Debido a la congestión prevista, se esperan dificultades para emitir y recibir llamadas durante la procesión.
Durante su vida, Rav Kanievsky estuvo muy involucrado con la organización de tzedaka Vaad HaRabbanim. Se están recaudando fondos para tzedaka l’ilui nishmat HaRav Chaim Kanievsky.
La última campaña que se llevó a cabo durante la vida de Rav Kanievsky fue una campaña de “Kamia”, donde el Rav revivió una antigua tradición por primera vez en 100 años.