El ministro de Asuntos Religiosos, Matan Kahana, está sopesando una propuesta para permitir a los israelíes casarse legalmente mediante el matrimonio civil en territorio israelí, según informó el lunes el Canal 12 de noticias.
La propuesta de la MK de Nueva Esperanza, Sharren Haskel, permitiría a los ciudadanos casarse en las embajadas extranjeras y otras misiones diplomáticas en Israel, ya que son técnicamente suelo extranjero.
Israel no tiene actualmente una opción de matrimonio civil, aunque reconoce los matrimonios realizados en el extranjero. Como sólo se permiten los matrimonios administrados por la religión, los judíos que desean casarse con personas no judías o con parejas del mismo sexo deben viajar a otro país – a menudo a la cercana Chipre – para hacerlo.
El sistema, que también obliga a los judíos cuyas conversiones no son reconocidas por el rabinato a ir al extranjero, ha sido criticado durante mucho tiempo como una forma de discriminación que crea interminables dolores de cabeza y burocracia para los que quieren casarse.
Pero el Canal 12 informó de que Kahana sólo estaría dispuesto a seguir adelante con la propuesta a cambio de eliminar la cláusula de la Ley del Retorno que permite inmigrar a Israel a quienes descienden de judíos, pero no son ellos mismos judíos, según la ley judía.
Esta enmienda, aprobada por la Knesset en 1970, amplía el derecho de retorno a “un hijo y un nieto de un judío, el cónyuge de un judío, el cónyuge de un hijo de un judío y el cónyuge de un nieto de un judío, a excepción de una persona que haya sido judía y haya cambiado voluntariamente de religión”.
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Se espera que esa medida sea fuertemente resistida por el partido Yisrael Beytenu de la coalición, que durante mucho tiempo defendió la enmienda, ya que permitió que muchos judíos de la antigua Unión Soviética -cuyo judaísmo ha sido constantemente cuestionado por el establecimiento religioso del país- inmigraran a Israel.
El líder del partido y ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, dijo en Twitter el lunes que “no hay ningún acuerdo, sólo son mentiras”.
“Yisrael Beytenu nunca se sentará en un gobierno que esté de acuerdo con tales tonterías”, tuiteó, añadiendo que “los matrimonios civiles son una iniciativa importante que debe ser aceptada sin compromiso”.
El ministro de Inteligencia, Eliezer Stern, también dijo en Twitter que se opondría a ese compromiso.
“La “cláusula del nieto” (como se llama en hebreo) es de importancia estratégica para los judíos de la diáspora y para Israel. No fue ni será negociable en este gobierno”.
El Canal 12 dijo que, debido a la gran complejidad que entraña y a las difíciles concesiones que requieren ambas partes, aún no está claro si la medida madurará en una legislación acordada.
Kahana ha propuesto planes para realizar importantes reformas en los servicios religiosos judíos controlados por el Estado. Entre ellas, facilitar el proceso de conversión al judaísmo y ampliar el abanico de organizaciones cualificadas para dar la certificación kosher, debilitando así la hegemonía ultraortodoxa, incluido el control del Gran Rabinato sobre los actos del ciclo de vida religioso judío en Israel.
Sus planes, en particular los cambios en los servicios de conversión, han suscitado duras críticas de las figuras ultraortodoxas.