Ruth Hannah, residente de Mallacoota, ha vivido en esta pintoresca ciudad costera australiana durante más de tres décadas.
A pesar de ser hija de sobrevivientes del Holocausto, se encuentra entre los pocos judíos en su comunidad de 1.183 habitantes.
Mallacoota, conocida por sus playas y fauna exuberante, se encuentra en una región remota de Australia, sin ciudades importantes en un radio de 5 horas en coche. Esta ubicación plantea desafíos para la celebración de festividades judías.
El Movimiento Jabad-Lubavitch, dedicado a atender las necesidades de judíos en todo el mundo, ha intervenido para apoyar a Hannah y a otros judíos dispersos en áreas remotas de Australia. El rabino Menachem Aron y su esposa, la rabina Shevi Aron, con sede en Melbourne, coordinan el Jabad de RARA (Australia Regional y Rural).
“La gente busca conexión. Puedes ver cuánto lo necesitan y lo valoran. Es muy gratificante”, comentó Menachem Aron. “La vida en estas áreas no solo significa estar alejado de la comunidad judía, sino también enfrentar el aislamiento y la falta de acceso a lo esencial, como alimentos y atención médica”.
Jabad de RARA envía paquetes con alimentos y suministros para festividades judías, como galletas de miel y shofares para Rosh Hashaná. Además, rabinos itinerantes viajan miles de kilómetros para visitar a los judíos en persona. Los jóvenes estudiantes de yeshivá de todo el mundo también participan en estas visitas.
Un ejemplo de estas travesías es el reciente viaje de los rabinos Menachem Manssouri y Mendel Junik, quienes visitaron lugares remotos como Darwin, que cuenta con solo 91 judíos, según el censo de 2021. Después, se dirigieron a Broome y recorrieron miles de kilómetros a lo largo de la costa, llegando a pueblos donde no había contactos judíos.
Manssouri explicó su método para localizar a judíos en lugares sin comunidad judía establecida: “Vamos a la comisaría, al hospital y recorremos las tiendas en busca de pistas. Tuvimos bastante éxito con eso”.
Alrededor del 28% de la población australiana vive en zonas rurales o remotas, lo que significa que aproximadamente 10,000 judíos se encuentran en estas áreas. El Movimiento Jabad continúa expandiendo su presencia global, y su enfoque en el crecimiento de comunidades judías en lugares inusuales ha demostrado ser efectivo, aunque no está exento de controversia.
En Cairns, una ciudad remota en Queensland, la población judía creció de 100 antes de la pandemia a más de 2,000 hoy en día, gracias a la influencia de Jabad. Groote Eylandt, una isla en el golfo de Carpentaria, recibió incluso un shofar en 2022, destacando la dedicación del movimiento para conectar a los judíos en lugares remotos.
“Australia es un país vasto, con poca población, solo 25 millones de habitantes”, señaló Aron. “Hay más judíos en Boca Ratón que en toda Australia. No dejamos que la distancia sea una barrera para compartir una conexión judía”.