En círculos cristianos y entre los mesiánicos, que usan una versión pseudo-hebrea de la fe, se dice mucho que la palabra hebrea ejad significa “uno compuesto”.
La repiten como si fuera un hecho, diciendo que prueba que Dios en el Shemá (Deuteronomio 6:4) es una unidad de varias partes, como la Trinidad. Pero eso no es cierto. Es una idea que se inventaron y que no pueden comprobar con el hebreo real. Ejad significa “uno”, igual que “1” significa uno, y nada más. Vamos a explicarlo bien para que no quede duda.
Primero, entendamos qué es ejad. En hebreo, ejad es el número “uno”. Punto. Es como cuando contamos: uno, dos, tres (ejad, shnaim, shlosha). No hay misterio ni significados escondidos. Los cristianos y mesiánicos dicen que ejad es “uno compuesto” porque a veces se usa con cosas que tienen partes, como en Génesis 2:24: “Y serán los dos una sola carne” (basar ejad). Ven “una sola carne” y piensan: “¡Ajá! Es uno, pero con dos personas, entonces ejad significa compuesto”. Pero eso es un error. Que un sustantivo sea colectivo (como “carne” o “familia”) no cambia lo que ejad significa. En español decimos “una familia” o “un equipo”, y nadie dice que “uno” significa “uno compuesto” solo porque la familia tiene varios miembros. Ejad sigue siendo “uno”, no importa lo que cuente.
Miremos otro ejemplo para que quede claro. En Génesis 11:1, hablando de la Torre de Babel, dice: vayehi kol-ha’aretz safa ejat udevarim ajadim (“Y toda la tierra tenía un solo idioma y palabras unas”). Aquí aparece ejad (“un solo”) y su forma plural ajadim (“unas”). Si ejad ya significara “uno compuesto”, ¿por qué necesita un plural? El plural ajadim existe porque ejad es un simple “uno”, y cuando se aplica a varias cosas, se ajusta a plural. Esto prueba que ejad no lleva pluralidad en sí mismo; es solo un número que cuenta algo, ya sea singular o plural según el contexto. Si ejad ya fuera “compuesto”, no necesitaría ajadim para expresar más de uno.
Ahora, vayamos al Shemá, el versículo que tanto citan: Deuteronomio 6:4 dice: Shema Israel Hashem Eloheinu Hashem ejad (“Escucha, Israel: Hashem nuestro Dios, Hashem uno”). Los cristianos y mesiánicos dicen que ejad aquí significa “uno compuesto”, como si Dios fuera varias personas en una (la Trinidad). Pero eso no tiene base. En hebreo, ejad es “uno” y nada más. Si quisieran decir “compuesto”, el hebreo tiene otras formas, como yajad (“juntos”) o sustantivos colectivos explícitos. Pero ejad no funciona así. En el Shemá, los judíos declaran que Hashem es un solo Dios, no muchos, no compuesto, sino único, como lo dice también Zacarías 14:9: vehaya Hashem le-melej al-kol-ha’aretz bayom hahu yihye YHWH ejad ushemo ejad (“Y Hashem será rey sobre toda la tierra; en aquel día Hashem será uno y su nombre uno”). Dos veces ejad, y nadie dice que el nombre de Dios sea “compuesto”.
Pensemos con lógica. Si ejad significara “uno compuesto”, Génesis 11:1 no usaría ajadim para “unas palabras”. Bastaría con ejad para implicar pluralidad, pero no es así. El hebreo cambia a plural porque ejad es un “uno” simple que se adapta al número de cosas que cuenta. Igual que en español: “un libro” (singular), “unos libros” (plural). Nadie dice que “uno” significa “compuesto” solo porque contamos un grupo. Lo mismo pasa con ejad.
¿Por qué insisten en esto? Porque quieren que el Shemá apoye la Trinidad o ideas mesiánicas. Pero los judíos que escribieron la Torá no hablaban de un Dios en partes. Ejad en Deuteronomio 6:4 es una afirmación de que Hashem es uno solo, sin complicaciones. La idea de “uno compuesto” es algo que los cristianos añadieron después, repitiendo lo que oyen sin revisar el hebreo de verdad.