En un momento trascendental, la sinagoga Ohel Esther de Budapest reabrió sus puertas tras cuatro décadas cerrada. La ceremonia de reapertura, a la que asistieron 400 personas, marcó un hito importante en la revitalización de esta histórica sinagoga.
La sinagoga fue objeto de extensas renovaciones gracias a la colaboración entre la Comunidad Ortodoxa Húngara (MAOIH) y la comunidad EMIH, afiliada a Jabad. El momento culminante del acto fue la finalización y colocación de un nuevo rollo de la Torá en el edificio sagrado.
En un conmovedor guiño a la rica historia de la sinagoga, una placa conmemorativa en húngaro y hebreo, que data del verano de 1931 (8 de Tamuz de 5691), adorna la fachada del patio. Esta placa conmemora la fundación de la sinagoga en 1895 en memoria de Bernát Kattler (Dov ben Yom Tov) y su esposa, la señora Josefa Klein (Fessl bat Rizl). También rinde homenaje a su única hija, Erzsébet Kattler (Ester bat Fessl), fallecida prematuramente. La Asociación Benéfica Kattler Erzsébet se ha comprometido a preservar este recuerdo para las generaciones venideras.
Los esfuerzos de renovación han incluido la sustitución del deteriorado suelo, la restauración meticulosa de los bancos y una renovación completa del Arca y otros muebles sagrados. Esta restauración, dirigida por la MAOIH, supone el primer paso significativo en la colaboración entre las dos organizaciones judías ortodoxas, la EMIH y la MAOIH.
Sin embargo, una sinagoga, por grande que sea, queda incompleta sin una comunidad próspera. Con este fin, una joven y dinámica pareja de rabinos ha asumido la responsabilidad de rejuvenecer este espacio sagrado y fomentar una comunidad unida entre sus muros, donde la oración regular había cesado hace casi cuatro décadas. En un notable giro del destino, el rabino Mordechai (Motty) Bak, que lidera la construcción de la comunidad, comparte un apellido que recuerda al del último líder religioso que sirvió en esta sinagoga, el rabino Mór Back, que presidió los servicios hasta finales de la década de 1970.
La reapertura de esta histórica sinagoga de Budapest simboliza el resurgimiento del patrimonio cultural y la fe judía en Hungría. Con el apoyo de la comunidad y la continua colaboración entre las organizaciones judías ortodoxas, está preparada para convertirse de nuevo en un vibrante centro de vida judía.
Miklós Soltész, secretario de Estado del Gabinete del primer ministro responsable de las relaciones eclesiásticas y étnicas, destacó en su discurso que las comunidades judías de Hungría siempre pueden contar con el apoyo del gobierno. “Nos comprometemos a apoyarlas porque son parte integrante de nuestra nación y contribuyen a su fortaleza y unidad a través de sus creencias religiosas y sus comunidades”, declaró.
El rabino Shlomo Koves, rabino jefe de EMIH, se hizo eco de este sentimiento, subrayando que el sentimiento de vergüenza puede remediarse ahora: “Ya no tenemos que avergonzarnos de nuestra identidad judía. Ya no necesitamos cargar con el recuerdo de una casa de oración que estuvo aquí durante cuarenta años, descuidada y olvidada, sin nadie que recordara las oraciones ofrecidas entre sus muros”.
Gábor Keszler, presidente de MAOIH, subrayó que la reapertura de la sinagoga representa una colaboración extraordinaria y ejemplar entre las dos comunidades judías ortodoxas húngaras. Es un testimonio del compromiso y la determinación inquebrantables de estas comunidades.
“Es la prueba de nuestra convicción de que nuestro patrimonio no es una reliquia del pasado, sino una fuerza vibrante y duradera que sigue dando forma a nuestras vidas y a nuestro futuro”, concluyó.