Las familias de los rehenes encendieron el jueves por la noche la “Menorah de los Rehenes” con 138 velas, que representan a todos los rehenes cautivos de Hamás en Gaza. El acto contó con la participación del embajador de Estados Unidos en Israel, Jacob Lew, que llegó para apoyar a las familias y se sumó al llamamiento en favor del regreso inmediato de los rehenes.
También asistieron el rehén liberado Amit Shani y mujeres jóvenes de la duramente castigada Kfar Aza, que pidieron la liberación de los que siguen retenidos en Gaza.
Shani declaró: “Estoy emocionado y feliz de estar aquí esta noche, en la primera noche de encendido de velas de Jánuca, aquí en suelo israelí. Quiero dar las gracias a todos los que han trabajado por mi liberación y la de los demás rehenes. Debemos seguir luchando hasta que regrese el último rehén”.
Raz Itamari y Shani Kaner, jóvenes de Kfar Aza cuyos amigos están cautivos en Gaza, dijeron: “Gritamos y suplicamos: devuelvan a todos los rehenes a casa ya, lo antes posible. Todos ustedes saben lo que ocurrió el 7 de octubre, escucharon las historias de horror en las noticias y leyeron innumerables mensajes en las redes sociales. En Kfar Aza llevamos 62 días viviendo una pesadilla. Perdimos a 63 residentes que fueron brutalmente asesinados, junto con docenas que fueron secuestrados a Gaza. Para nuestra gran alegría, 11 residentes secuestrados han regresado recientemente. Junto con cálidos abrazos y muchas lágrimas de alegría, relatan con voces entrecortadas los horrores que padecieron. Nos preocupamos por su bienestar. Nos hablan de rehabilitación, pero no podremos recuperarnos sin que todos los rehenes vuelvan a casa”.
El embajador Lew dijo: “Dentro de esta trágica guerra, estamos recordando aquí esta noche que la luz siempre triunfará en última instancia sobre la oscuridad. Estados Unidos apoya a Israel ahora y siempre. Estamos comprometidos a construir aquí un futuro de paz y seguridad duraderas. No cesaremos nuestra acción hasta que los 138 rehenes regresen a casa”.
El rabino Michael Melchior, Presidente de la Red Meitarim y Gran Rabino de Noruega, añadió: “Este lugar se ha convertido en sagrado gracias a vuestra lucha. Nuestros soldados que luchan en primera línea trabajan sin descanso para traer de vuelta a los rehenes. Mientras tanto, las comunidades judías de todo el mundo encienden velas de Jánuca por los rehenes junto a nosotros. No solo en tiempos de guerra creo que solo juntos —religiosos, laicos y tradicionales— triunfaremos. Somos un solo pueblo con una sola canción. En la festividad de Jánuca, suplico en este lugar sagrado ante el Creador que se produzca un milagro y los 138 rehenes regresen a casa en paz”.