GINEBRA, Suiza – Los centros de salud de todo Afganistán, asolado por la violencia, se están quedando rápidamente sin suministros, y pronto podrían enfrentarse también a una escasez de personal médico, advirtió el viernes la Organización Mundial de la Salud.
Dos atentados suicidas arrasaron el jueves con una multitud frente al aeropuerto de Kabul, causando la muerte de decenas de afganos y de 13 soldados estadounidenses, y agravando las dificultades logísticas de la OMS para suministrar equipos médicos y medicamentos.
“Sólo nos quedan unos días de suministros y estamos explorando todas las opciones para llevar más medicamentos al país”, dijo Rick Brennan, director de emergencias de la OMS en la región del Mediterráneo Oriental.
En declaraciones a los periodistas en Ginebra a través de un enlace de vídeo desde El Cairo, reconoció que había “múltiples limitaciones de seguridad y logística”, y añadió que hacer llegar los suministros a través del aeropuerto de Kabul ya no era una opción después de las explosiones.
Los atentados, reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico, dejaron escenas de carnicería en el exterior del aeropuerto, donde se habían concentrado miles de afganos desesperados por huir de su país controlado por los talibanes.
Un socio de la OMS, la ONG italiana Emergency, gestiona un hospital en Kabul y está “desbordado” tras las explosiones, dijo Brennan, añadiendo que “tienen una gran presión sobre sus suministros”.
Brennan subrayó las enormes necesidades en Afganistán incluso antes de la carnicería del jueves y dijo que la OMS había planeado tres envíos aéreos de suministros al país que habían sido cancelados tras la toma del poder por los talibanes el 15 de agosto.
La ONU, dijo, está estudiando ahora otras opciones, incluido el transporte aéreo de suministros a través del aeropuerto de Mazar-i-Sharif, y se espera que los primeros vuelos salgan en los próximos días.
En una nota más positiva, Brennan dijo que casi todos los 2.200 centros de salud que la OMS estaba supervisando en el país devastado por la guerra seguían abiertos y funcionando.
Pero dijo que también había una creciente preocupación por la escasez de personal médico, muchos de los cuales se encuentran entre los que huyen del país.
“Estamos oyendo que los trabajadores sanitarios se van, que las autoridades sanitarias se van”, dijo, y añadió que la “enorme fuga de cerebros… es un gran problema para todos nosotros en todos los sectores”.
Además, varias trabajadoras de la salud se están alejando del trabajo, quizá por miedo, dijo Brennan.
Muchos afganos temen que se repita la brutal interpretación de la ley islámica por parte de los talibanes, así como las violentas represalias por trabajar con militares extranjeros, misiones occidentales o el anterior gobierno respaldado por Estados Unidos.
Las mujeres están especialmente preocupadas, ya que se les prohibió en gran medida la educación y el empleo y solo podían salir de casa con un acompañante masculino durante el gobierno del grupo, entre 1996 y 2001.