Fráncfort (Reuters) – Los afganos que llegaron a Alemania el miércoles describieron escenas caóticas y aterradoras en el aeropuerto de Kabul antes de ser evacuados a un lugar seguro y dijeron que temían por la vida de los seres queridos que dejaron atrás.
Poco después de aterrizar en Fráncfort en un vuelo procedente de Tashkent, hombres, mujeres y niños dijeron que formaban parte de los pocos afortunados evacuados por los ejércitos de la OTAN después de que el país cayera en manos de los talibanes con una rapidez asombrosa.
“Tuvimos que abrirnos paso a la fuerza y mi hijo pequeño se cayó y tuvimos miedo, pero lo conseguimos”, dijo una mujer, hablando en alemán.
“Entonces, un estadounidense mostró su buena voluntad y se dio cuenta de que estábamos totalmente agotados. Cogió los pasaportes y dijo que tenía que comprobar si esto era auténtico. Luego dijo ‘todo bien, pueden entrar’. Los que estaban detrás lloraban y se tumbaban en el suelo. Daba miedo”.
Ella, su hijo y su marido iban en el primero de varios vuelos organizados por Alemania para rescatar a afganos que corren peligro de ser atacados por los insurgentes talibanes por haber trabajado para los ejércitos de la OTAN o para organizaciones benéficas financiadas por Occidente.
Una mujer con velo se enjugaba las lágrimas, otra hablaba por su teléfono móvil y los hombres sollozaban mientras abrazaban a los familiares y amigos alemanes que habían acudido a darles la bienvenida.
Ninguno de los pocos que hablaron con los periodistas mencionó sus nombres o lo que habían hecho en Afganistán, donde muchos temen represalias contra familiares a los que quizá no vuelvan a ver.
“Todo el mundo quiere salir”, dijo el marido de la mujer, también hablando en alemán y llevando a su hijo en brazos. “Cada día es peor que el anterior. Nos hemos salvado, pero no hemos podido rescatar a nuestras familias”.
La canciller Angela Merkel dijo el lunes en una reunión de sus democristianos que Alemania podría tener que conceder asilo a unos 10.000 afganos que trabajaban con el ejército y las agencias de desarrollo alemanas, así como a activistas de derechos humanos y abogados.
Los partidos de la oposición en Alemania han criticado al gobierno por no haber previsto la caída de Kabul en manos de los talibanes y por lo que dicen es una aventura militar fallida desde 2001 que ha costado miles de millones de euros y la vida de 59 soldados alemanes.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) ha instado al gobierno a establecer una moratoria en las solicitudes de asilo y a ocuparse de los civiles afganos en países vecinos como Pakistán.
En el aeropuerto de Fráncfort, un joven afgano con una chaqueta roja y blanca habló de su alegría por estar en Alemania.
“La ansiedad era enorme porque toda mi familia sigue allí”, dijo. “No fue fácil dejarlos atrás y venir aquí. Una parte de mí sigue allí. Estoy muy emocionado, pero por lo demás estoy bien”.
Una niña que estaba con sus padres dijo en alemán: “Cuando los soldados abrieron fuego no fue bueno porque todos se asustaron y empezaron a gritar”.