BEIRUT – Un barco sirio que, según Ucrania, transportaba grano ucraniano robado ha abandonado un puerto libanés después de que las autoridades de ese país le permitieran zarpar tras una investigación, según tuiteó el jueves el ministro de Transportes libanés.
El Laodicea, de bandera siria, había estado anclado en el puerto de Trípoli desde que llegó el pasado jueves, con 10.000 toneladas de harina de trigo y cebada. Ucrania dice que el grano fue robado por Rusia, una afirmación que ésta niega.
El miércoles, el embajador ucraniano en el Líbano, Ihor Ostash, instó al Líbano a no permitir que el buque saliera del puerto.
El miércoles, un juez dijo que el Laodicea podía zarpar, un día después de que el fiscal general del Líbano decidiera que el barco podía salir después de que una investigación demostrara que no llevaba grano ucraniano robado.
El ministro de Transporte, Ali Hamie, tuiteó que “el Laodicea, de bandera siria, está ahora fuera de las aguas territoriales del Líbano”.
No estaba claro de inmediato hacia dónde se dirige el barco, pero Marine Traffic, un sitio web que supervisa el tráfico de buques y la ubicación de los mismos en los mares, mostraba que se movía hacia la costa siria.
Es probable que la partida del Laodicea enfurezca a Ucrania. La misión diplomática rusa en Líbano elogió la medida, acusando a Ucrania de mentir sobre el cargamento y de intentar dañar las relaciones entre Moscú y Beirut.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al barco sirio en 2015 por su afiliación al régimen sirio del dictador Bashar Assad, un estrecho aliado político y militar de Moscú.
La disputa sobre el Laodicea se produjo cuando el primer barco de grano salió de Ucrania desde la invasión rusa a finales de febrero. El Razoni, con bandera de Sierra Leona y que transportaba 26.000 toneladas de maíz ucraniano, pasaba por Turquía de camino al Líbano.
Un funcionario libanés dijo el miércoles a The Associated Press que se espera que el barco tarde unos cuatro días en llegar a Líbano desde Estambul después de haber sido registrado.
Líbano condenó la invasión rusa de Ucrania en febrero, lo que enfureció a Moscú y a sus aliados en Beirut.
Los envíos llegan en un momento en el que Líbano sufre una crisis de seguridad alimentaria, con una inflación de alimentos disparada, escasez de trigo y colas de pan. Tres cuartas partes de su población viven en la pobreza.