Muqtada al-Sadr, el clérigo incendiario cuyo partido político homónimo es el más grande del parlamento iraquí, anunció el sábado que sus legisladores aliados presentarían un proyecto de ley para su consideración que criminalizaría oficialmente los intentos de normalizar las relaciones diplomáticas con Israel.
El clérigo hizo el anuncio en Twitter, donde indicó que su partido “pronto anunciará un proyecto para criminalizar la normalización y el trato con la entidad sionista [Israel] en absoluto”.
Sadr argumentó que la normalización con el Estado judío se debe a “las ambiciones israelíes de dominar nuestro querido Irak”. Según Rudaw, un medio de comunicación iraquí con sede en el Kurdistán, Sadr afirmó que impedir las relaciones iraquíes con Israel era “una de las principales razones” por las que el Movimiento Sadr, el partido de Sadr, se “involucró de nuevo en el proceso electoral”.
La propuesta legislativa de Sadr llega casi dos años después del inicio de los Acuerdos de Abraham, el acuerdo de paz que estableció relaciones diplomáticas formales entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos. Bahrein, un pequeño estado insular del Golfo Pérsico, se unió inmediatamente a los Acuerdos; Sudán y Marruecos también normalizaron sus relaciones con Israel a finales de año. Se sabe que otras naciones árabes, sobre todo Arabia Saudí, mantienen vínculos políticos y económicos furtivos con Israel, aunque todavía no han normalizado formalmente sus relaciones. Otros países de Oriente Medio, sobre todo Irán, han descartado definitivamente tales normalizaciones.
La legislación propuesta parece haber surgido como respuesta a una conferencia que tuvo lugar en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, en septiembre. En esa conferencia, unos 300 líderes políticos y económicos iraquíes debatieron la entrada de Bagdad en los Acuerdos de Abraham, que, según sugirieron, supondría beneficios económicos para el país. Sadr criticó duramente esa reunión, insistiendo en que los dirigentes del país “deben prohibir esas reuniones terroristas sionistas” y pidiendo la detención de los asistentes.
Los lazos de Sadr con Irán son objeto de continua controversia. Durante la ocupación estadounidense de Irak desde 2003 hasta 2010, el clérigo luchó contra las tropas estadounidenses y buscó refugio en Irán desde 2007 hasta 2011. Sin embargo, sus partidarios también desempeñaron un papel importante en el movimiento de protesta de octubre de 2019 contra el gobierno del primer ministro iraquí Adil Abdul-Mahdi, cuya política exterior estaba estrechamente alineada con la de Teherán. La victoria de Sadr en las elecciones parlamentarias iraquíes de octubre de 2021 se produjo en gran medida a expensas de los partidos políticos y grupos de milicianos proiraníes, que inicialmente insistieron en que los resultados habían sido fraudulentos y prometieron no aceptarlos.