Los ataques aéreos eliminaron un escondite secreto en Yemen que albergaba a expertos pertenecientes a la Guardia Revolucionaria de Irán y a Hezbolá, según informó el jueves la coalición árabe.
La capital, Saná, así como localidades de las provincias de Dhamar, Saada y Al-Jawf fueron atacadas en una amplia operación de la coalición para debilitar a los hutíes respaldados por Irán.
Las fuerzas de la coalición atacaron la base aérea de Al Dulaimi y los almacenes en Saná, según informó la cadena de televisión Al Arabiya a primera hora del jueves, citando fuentes.
Horas antes, la coalición hizo estallar un dron explosivo que tenía como objetivo el aeropuerto internacional de Abha, en la provincia saudí de Asir.
El Reino es objetivo casi diario de los milicianos hutíes en Yemen, que utilizan drones explosivos, apenas eficaces contra las defensas aéreas saudíes.
Los vuelos operaban con normalidad en el aeropuerto el jueves, sin que se registraran retrasos o cancelaciones.
Un dron hutí atacó el mismo aeropuerto en octubre, dejando a cuatro trabajadores con heridas leves causadas por la caída de escombros.
El miércoles, la coalición también destruyó dos drones dirigidos a la ciudad de Khamis Mushayt, en el sur de Arabia Saudita. La fuerza dijo que había llevado a cabo 29 operaciones dirigidas a los milicianos en Marib y Al-Bayda durante las 24 horas anteriores, con el resultado de la destrucción de un sistema de defensa aérea y la muerte de más de 90 hutíes.
Las acciones contra los civiles por parte de los hutíes han sido condenadas por los dirigentes del Reino en repetidas ocasiones, calificándolas de crímenes de guerra.
La coalición árabe ha estado apoyando al gobierno yemení, reconocido internacionalmente, para que recupere el control total del país después de que los houthis tomaran Saná en 2014.
La gobernación de Marib, rica en recursos, ha sido testigo de intensos combates entre los hutíes y el gobierno yemení. Las milicias, que buscan reforzar su control del norte con un avance en la región, han sufrido grandes pérdidas sin obtener grandes beneficios.
El miércoles, cientos de tropas gubernamentales yemeníes se desplegaron en la ciudad central de Marib para reforzar a los soldados y a las tribus aliadas que luchan contra la sangrienta ofensiva de los hutíes, que están invadiendo la estratégica localidad de las afueras de la ciudad.
Un vídeo difundido en las redes sociales mostraba un largo convoy de camionetas, autobuses y vehículos militares que transportaban a cientos de soldados que coreaban “con nuestras almas y nuestra sangre, te redimiremos, Yemen”, mientras se dirigían a Marib.
En marzo, Arabia Saudita anunció una hoja de ruta, denominada Iniciativa de Riad, para detener los combates en Yemen y reabrir el aeropuerto de Saná, así como para continuar las conversaciones para encontrar una solución al conflicto. La propuesta fue vista como un paso bienvenido a nivel internacional, pero ha sido rechazada por los líderes Houthi.
La guerra, que dura ya siete años, ha costado la vida a miles de yemeníes y ha obligado a muchos más a depender de la ayuda humanitaria.
La agencia de ayuda saudí, KSrelief, ha vertido miles de millones de dólares de ayuda en Yemen y tiene cientos de proyectos centrados en la alimentación y la salud.