Los manifestantes bloquearon varias carreteras y se disparó un cohete contra una gasolinera el miércoles, mientras la ira pública sigue aumentando en Líbano por la debilitante crisis económica.
Los residentes locales cortaron una carretera en la ciudad costera de Sidón en protesta por el empeoramiento de la escasez de combustible. Los manifestantes de la cercana Zahrani también bloquearon una calle hacia una gasolinera que se negaba a vender combustible. Los manifestantes también forzaron el cierre de carreteras en Trípoli y Beddawi, en el norte, informó la Agencia Nacional de Noticias oficial.
El lunes, unos desconocidos lanzaron un cohete y dispararon contra una gasolinera en un suburbio de Beirut.
La crisis económica y política del Líbano se agrava. Los clientes pasan horas en las gasolineras para llenar quizá solo parcialmente los depósitos de sus vehículos debido a la escasez de combustible, que es fuente de gran enfado de la población. La libra libanesa ha perdido más del 90% de su valor desde 2019. Los controles de capital hacen que muchos libaneses no puedan retirar sus ahorros de los bancos. La electricidad solo funciona unas horas al día, y también hay escasez de pan, medicamentos y agua pública.
La crisis del combustible es especialmente angustiosa. El ejército libanés tomó el control el sábado las gasolineras y confiscó el combustible en un intento de impedir que los proveedores lo acaparen. Antes, el banco central suspendió las subvenciones estatales a las importaciones de combustible para aliviar la presión sobre las reservas de divisas de los bancos, que están disminuyendo. El domingo, un tanque de combustible explotó mientras la gente buscaba desesperadamente gasolina en la región norteña de Akkar, matando a 28 personas. Algunas de las víctimas fueron enterradas el miércoles, con sus ataúdes cubiertos con banderas libanesas para el cortejo fúnebre, según los medios de comunicación locales. Al menos dos eran soldados; el ejército se había incautado del depósito, que se cree que se utilizaba para acaparar o contrabandear combustible, y había distribuido gasolina a las personas que llevaban contenedores para repostar.
La crisis se ve agravada por la incapacidad de los políticos para formar gobierno y aplicar reformas. El primer ministro designado, Najib Mikati, ha sido incapaz de formar un gabinete hasta ahora. Líbano ha tenido un gobierno provisional desde las dimisiones masivas tras la explosión del puerto de Beirut el año pasado.