LA HAYA – El jueves, un tribunal respaldado por la ONU para Líbano condenará en ausencia a dos miembros del grupo terrorista Hezbolá por el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri en 2005, en lo que podría ser el último acto del tribunal, que cuenta con poco dinero.
El Tribunal Especial para el Líbano, con sede en los Países Bajos, declaró culpables en apelación a Habib Merhi y Hussein Oneissi por el enorme atentado en el que murieron Hariri y otras 21 personas, y que causó 226 heridos.
Pero es poco probable que pasen tiempo entre rejas, ya que el grupo terrorista libanés Hezbolá se ha negado a entregar a ambos o a un tercer hombre, Salim Ayyash, que fue condenado a cadena perpetua en 2020.
Mientras tanto, el STL, que se calcula que ha costado entre 600 y 1.000 millones de dólares desde su apertura en 2009, ha advertido que cerrará de forma inminente debido a la escasez de fondos.
El tribunal dijo en un comunicado que anunciará las sentencias para Merhi y Oneissi a las 14:00 horas (1200 GMT) del jueves.
El multimillonario suní Hariri, que había dejado el cargo de primer ministro de Líbano en octubre de 2004, fue asesinado el 14 de febrero de 2005 en una explosión suicida dirigida a su convoy blindado en el paseo marítimo de Beirut.
El atentado desencadenó protestas que expulsaron a Siria de Líbano tras un despliegue militar de 29 años.
El tribunal nació de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y acabó juzgando a cuatro sospechosos en rebeldía: Ayyash, Merhi, Oneissi y Assad Sabra.
Ausencia de fondos
El caso se basó casi exclusivamente en pruebas circunstanciales en forma de registros de teléfonos móviles que, según los fiscales, mostraban que una célula de Hezbolá estaba tramando el atentado.
El STL condenó inicialmente a Ayyash y exoneró a los otros tres hombres.
Dijo que no había pruebas directas de la implicación de Damasco o de su aliado Hezbolá, pero que en el atentado probablemente participaron agentes estatales y que el Estado que más ganaba era Siria.
Pero en marzo declaró culpables a Merhi y Oneissi tras un recurso de la fiscalía, diciendo que los jueces del juicio original se habían “equivocado” al decir que faltaban pruebas. También confirmaron la absolución de Sabra.
Los tres condenados siguen en libertad, ya que el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se ha negado a entregar a ninguno de los sospechosos o a reconocer al tribunal.
Acosado por cuestiones políticas en Líbano y por la controversia sobre su enorme coste y lentitud, el tribunal dijo el pasado mes de julio que tendría que cerrar después de tratar todas las apelaciones pendientes, ya que se estaba quedando sin dinero.
El cierre significa que es improbable que se celebre un nuevo juicio contra Ayyash en un caso distinto relacionado con tres atentados contra políticos libaneses en 2004 y 2005.
El STL obtiene el 51 por ciento de su presupuesto de los países donantes y el resto de Líbano, que se enfrenta a su crisis económica más profunda desde la guerra civil de 1975-1990.