Los Estados Unidos ofrecieron el viernes hasta 10 millones de dólares por información sobre el jeque Mohammad al-Kawtharani, un alto comandante militar del grupo islamista Hezbolá en Irak que era un asociado del difunto general iraní Qassem Soleimani.
Al anunciar la recompensa, el Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo que Kawtharani había “asumido parte de la coordinación política de los grupos paramilitares alineados con Irán” que anteriormente había organizado Soleimani, un comandante de la Guardia Revolucionaria iraní liquidado en un ataque con aviones no tripulados de los Estados Unidos en Bagdad en enero.
“En su calidad de tal, facilita las acciones de los grupos que operan fuera del control del Gobierno de Irak y que han reprimido violentamente las protestas, atacado las misiones diplomáticas extranjeras y participado en una amplia actividad de delincuencia organizada”, dijo en una declaración.
El Departamento de Estado dijo que ofrecía la suma para información sobre las actividades, redes y asociados de Kawtharani como parte de un esfuerzo por desbaratar los “mecanismos financieros” del Hezbolá con sede en el Líbano.
Kawtharani fue calificado de terrorista mundial por Estados Unidos en 2013, acusado de financiar grupos armados en Irak y de ayudar a transportar combatientes iraquíes a Siria para unirse al esfuerzo del presidente Bashar al-Assad de sofocar una revuelta contra su gobierno.
Reuters informó en febrero que, según dos fuentes iraquíes y un alto dirigente musulmán chiíta iraquí, Kawtharani era considerado por ahora la figura más adecuada para dirigir las milicias iraquíes hasta que se pudiera elegir un sucesor permanente iraní, aunque no tenía la influencia de Soleimani.
“Kawtharani tiene conexiones con las milicias”, dijo el líder chiíta. “Soleimani confiaba en él, que solía depender y recurrir a él para que le ayudara en las crisis y en las reuniones en Bagdad”.