Egipto participa intensamente en la diplomacia regional, según un informe reciente sobre la posibilidad de celebrar más reuniones tripartitas Egipto-Jordania-Irak. El año pasado, los ministros de relaciones exteriores de los tres países se reunieron para celebrar debates que, según se informa, tuvieron lugar en Bagdad, Ammán y El Cairo, respectivamente, en marzo, agosto y noviembre.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, y su homólogo jordano, Ayman Safadi, son la clave de esta creciente relación. En las últimas semanas, Shoukry se puso en contacto con Jordania para pedirle que apoyara las opiniones de Egipto sobre Libia. El Cairo se opone a la creciente escalada en Libia causada por el envío de mercenarios sirios y aviones teledirigidos turcos al país norteafricano. Rusia también ha aumentado su presencia en Libia. El parlamento egipcio ha apoyado la “línea roja” del líder egipcio Abdel Fatah al-Sisi en Sirte, diseñada para disuadir la agresión turca.
Pero Egipto sabe que necesita más apoyo en la región. Ya tiene a Grecia, Chipre, Francia, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos de su lado, pero la mayoría de estos jugadores quieren que alguien más sea el músculo en Libia. Irak sería una pieza útil del rompecabezas, pero Irak también está en deuda con Irán, además de estar infiltrado por milicias y agentes de inteligencia apoyados por Irán.
Sin embargo, Irak es tradicionalmente una parte clave del mundo árabe y de la Liga Árabe. Bagdad, El Cairo y Damasco en este contexto son los centros tradicionales de poder en la región. Aunque el poder se ha desplazado a favor de Teherán, Ankara y el Golfo en los últimos años, la creación de un bloque Jordania-Egipto-Irak en ciertos temas puede ayudar en la lucha contra el terrorismo y en la energía y otros acuerdos, piensan los ministros de asuntos exteriores.
Ese es el núcleo de los intentos de alentar al nuevo Primer Ministro de Irak, Mustafá Kadhimi, a visitar Riad, tras su reciente visita a Teherán, y también a abrir más el compromiso entre El Cairo y Bagdad. Según el medio de comunicación Al-Ain en el Golfo, el concepto de reuniones trilaterales o tripartitas de los ministros de relaciones exteriores tiene por objeto coordinar más estrechamente los esfuerzos sobre Libia y otras cuestiones.
Para Shoukry, esto sería un logro supremo. Ha sido ministro de relaciones exteriores desde 2014, y antes de eso fue un actor clave en Washington. Ha tratado de aumentar el papel de Egipto en la región en un momento difícil durante el final de la primavera árabe y la transición hacia la estabilidad.
Su homólogo jordano fue nombrado en 2017, mientras que sus homólogos iraquíes han estado lidiando con más caos en su país para tratar de proyectar el poder de Irak en el extranjero. El norte de Irak está parcialmente ocupado por Turquía, e Irán desempeña un papel similar en otras zonas de Irak. Safadi ha estado tratando de lidiar con las consecuencias del “Acuerdo del Siglo” de la administración Trump y equilibrar la precaria posición de Jordania entre Israel, los palestinos, una Siria en recuperación y un Irak que aún tiene inestabilidad.
Por lo tanto, recae en Egipto ser el principal iniciador y conductor de esta relación. En este contexto, Egipto espera que sus reuniones tripartitas puedan aportar más estabilidad al mundo árabe y cuestionar el papel de Turquía en Libia.