El ejército libanés anunció el sábado que siete personas, incluyendo al menos tres ciudadanos libaneses, seguían desaparecidas después de una explosión del cuatro de agosto en el puerto de Beirut que dejó al menos 188 muertos.
“Las operaciones de búsqueda y rescate no se detendrán hasta que los desaparecidos sean encontrados”, mencionó el portavoz del ejército, Elias Aad, durante una conferencia de prensa.
Todavía hay “siete personas desaparecidas: tres ciudadanos libaneses cuyos familiares han presentado muestras de ADN, tres ciudadanos sirios y un ciudadano egipcio”, informó a los periodistas.
El portavoz del ejército señaló que la cifra fue compilada a partir de los datos presentados por las Fuerzas de Seguridad Interna del país, en coordinación con la Cruz Roja.
La semana pasada, la ISF manifestó que había identificado los restos de 33 personas que habían desaparecido tras la explosión.
El Ministerio de Salud anunció el sábado que el número de muertos por la explosión había subido a 188.
La explosión de una enorme reserva de fertilizante de nitrato de amonio en el puerto de Beirut también hirió al menos a 6 500 personas y dejó a decenas de miles más sin hogar, amontonando nueva miseria en la ciudad después de meses de crisis económica y de la pandemia del coronavirus.
Se estima que unas 300 mil personas, entre ellas unos 100 mil niños y niñas, cuyos hogares resultaron dañados o destruidos por la explosión, se enfrentan a la falta de acceso a servicios críticos de agua potable y saneamiento, advirtió el viernes el UNICEF.
“A medida que los casos de COVID-19 siguen aumentando, es más importante que nunca garantizar que los niños, niñas y familias cuyas vidas se vieron trastornadas por la explosión tengan acceso al agua potable y el saneamiento”, concluyó la Representante de UNICEF en Líbano, Yukie Mokuo.