BEIRUT (AP) – El nuevo parlamento libanés celebraba el martes su primera sesión, en la que se espera que los legisladores elijan al veterano presidente del parlamento, Nabih Berri, para un séptimo mandato de cuatro años. Su reelección está prácticamente garantizada, a pesar de que hay más de una docena de nuevos legisladores que ganaron escaños presentándose con una plataforma de reforma.
La nueva legislatura se estrena mientras Líbano sigue sumido en la peor crisis económica y financiera de su historia moderna, enraizada en décadas de corrupción y mala gestión por parte de la clase dirigente, que dirige el país desde el final de la guerra civil.
Elegido el 15 de mayo, el nuevo parlamento está profundamente dividido y ninguna coalición tiene mayoría de escaños en los 128 miembros de la legislatura. El grupo terrorista Hezbolá y sus aliados han perdido la mayoría que tenían desde 2018, y ahora tienen 61 escaños, cuatro menos que la mayoría absoluta.
Los 13 candidatos independientes, procedentes del movimiento de protesta de 2019, y algunos de los partidos cristianos en el parlamento han dicho que no votarán por Berri, dejándole con un apoyo mucho más reducido, principalmente de los partidos chiíes.
A pesar de ello, se espera que la coalición liderada por Hezbolá reelija a Berri, un aliado que lleva en el cargo desde 1992. Berri encabeza la milicia musulmana chiíta Amal y es el único candidato al puesto de presidente del Parlamento, que según el acuerdo de reparto del poder en Líbano corresponde a un chiíta.
Antes de la sesión, algunos de los independientes y los nuevos legisladores se reunieron frente al puerto de Beirut -escenario de una enorme explosión en agosto de 2020 que mató a más de 200 personas- y se reunieron con las familias de las víctimas que perecieron en la explosión. Tras la reunión, se dirigieron al Parlamento, rodeados por cientos de simpatizantes que coreaban “thawra”, revolución en árabe.
La investigación sobre la explosión del puerto, en la que detonaron cientos de toneladas de nitrato de amonio mal almacenado, lleva meses estancada en medio de las impugnaciones legales de los funcionarios encargados por el juez instructor.
“Beirut tiene derecho a saber quién la mató”, dijo el legislador independiente Yassin Yassin, en referencia a la chapuza de la investigación.
La presencia de legisladores independientes en la legislatura es un logro importante, ya que acudieron fragmentados a la votación y se enfrentaron a la intimidación y las amenazas de los partidos mayoritarios atrincherados.
Es un fuerte mensaje para los políticos que durante décadas han mantenido sus escaños y siguen haciéndolo a pesar de la crisis económica, que ha empobrecido al Líbano y ha provocado la mayor ola de emigración desde la guerra civil de 1975-90.
Se espera que la sesión del martes refleje las divisiones de la legislatura entre los legisladores a favor y en contra de Hezbolá, que probablemente tendrán dificultades para trabajar juntos para formar un nuevo gobierno y promulgar las reformas que tanto se necesitan.