El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha acusado a los Emiratos Árabes Unidos de financiar y apoyar a los mercenarios rusos que luchan en Libia junto con las fuerzas leales al renegado general Khalifa Haftar.
Erdoğan hizo la denuncia durante una visita a tres países africanos ayer. Se dice que el gobierno de Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), está financiando a los mercenarios rusos que fueron enviados a Libia el año pasado y que actualmente están violando un acuerdo de alto el fuego negociado por las potencias mundiales.
“Haftar es, por el momento, como un señor del desierto en Libia”, dijo Erdoğan a los periodistas durante un vuelo de Argelia a Gambia ayer. “Tiene el control en las zonas desérticas pero no en las regiones pobladas”.
Aseguró a los periodistas que el gobierno turco sigue atentamente la situación en Libia, señalando los “feos intentos” de Haftar de capturar más territorio. Se hará todo lo posible, insistió el presidente turco, para impedirlo.
Mercenarios rusos del grupo privado Wagner, que también ha estado involucrado en la actual guerra civil siria, fueron desplegados en Libia para luchar junto con el Ejército Nacional Libio (LNA) de Haftar, que controla el este y el centro del país, contra el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), respaldado por la ONU, que controla el oeste y la capital Trípoli.
Libia ha estado sujeta a estos gobiernos rivales desde el derrocamiento y el asesinato del ex dictador Muammar Gaddafi en 2011. A lo largo de la posterior guerra civil libia, Turquía -junto con la ONU- ha respaldado y ayudado militarmente al GNA contra las fuerzas de Haftar, mientras que Estados como Rusia, Francia, Grecia, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto han respaldado a Haftar.
El apoyo de Turquía al gobierno oficial le ha llevado a tomar medidas en los últimos meses para aumentar los vínculos y el apoyo militar al GNA mediante la firma de pactos sobre cooperación militar y fronteras marítimas en el Mediterráneo Oriental. Como parte de estas relaciones, Turquía ofreció apoyo militar directo el mes pasado para hacer retroceder el avance de Haftar, que el GNA había pedido y aceptado debidamente. Como resultado, Turquía envió aproximadamente 2.000 combatientes de Siria para repeler Haftar, junto con un pequeño contingente de oficiales y asesores turcos para entrenar y asesorar a las fuerzas de la GNA.
La condena de Erdoğan a la postura de Abu Dhabi llega en un momento de crecientes tensiones entre los dos actores regionales, con el gobernante de Abu Dhabi Mohammed Bin Zayed viendo al presidente turco como una amenaza al respaldar las influencias islamistas en la región. En lo que respecta a Erdogan, Bin Zayed está interrumpiendo el proceso de paz en Libia y Siria.
A principios de este mes se le preguntó al presidente Vladimir Putin sobre los informes de mercenarios rusos que operan en Libia. No lo negó directamente, pero afirmó que no tienen ninguna conexión oficial con el gobierno ruso y que no reciben ninguna financiación de Moscú.
“Si hay ciudadanos rusos allí”, dijo Putin después de las conversaciones con la canciller alemana Angela Merkel el 11 de enero, “no representan los intereses del Estado ruso, ni reciben financiación del Estado ruso”.