AL-MUKALLA – Los hutíes, respaldados por Irán, rechazaron el jueves los últimos llamamientos regionales al cese de los combates en Yemen e intensificaron sus ataques terrestres y con misiles contra las zonas controladas por el gobierno en la provincia central de Marib.
El portavoz de los hutíes, Mohammed Abdul-Salam, exigió a la coalición árabe que detenga las operaciones militares y levante lo que describió como un bloqueo en su territorio, como condiciones previas para aceptar la iniciativa saudí y los esfuerzos de paz mediados por la ONU para poner fin a la guerra.
“Los pasos para la paz incluyen el cese de la agresión, el levantamiento del bloqueo, (la) retirada de las fuerzas extranjeras del país, el tratamiento de los efectos de la agresión y el pago de compensaciones”, dijo Abdul-Salam en Twitter.
Los últimos llamamientos a la paz siguen a una iniciativa anunciada en marzo del año pasado, que proponía un alto el fuego en todo el país bajo la supervisión de la ONU. Esta demanda de cese de las hostilidades incluía el cese de la ofensiva de los hutíes sobre Marib, la flexibilización de las restricciones sobre el puerto marítimo de Hodeidah y la reapertura parcial del aeropuerto de Saná antes de las conversaciones directas entre las facciones enfrentadas en Yemen.
Los hutíes rechazaron inmediatamente la iniciativa y exigieron vuelos ilimitados y sin control hacia y desde el aeropuerto de Sanaa y el cese de los ataques aéreos de la coalición contra sus fuerzas.
El rechazo de los hutíes se produjo mientras intensificaban los ataques terrestres y los ataques con misiles y aviones no tripulados contra las zonas controladas por el gobierno en la provincia de Marib.
Residentes y funcionarios locales afirmaron el jueves que los hutíes habían intensificado el bombardeo de aldeas y pueblos de la provincia de Marib con misiles balísticos y drones cargados de explosivos, desencadenando una nueva ola de desplazamientos entre los aterrorizados residentes.
Grandes explosiones sacudieron el distrito de Juba, en el sur de Marib, después de que los misiles disparados por los hutíes arrasaran zonas residenciales.
En otros lugares, los hutíes han continuado su asedio a cientos de familias en el distrito de Al-Abedia durante la segunda semana, impidiendo que la gente salga o entre en medio de una grave escasez de alimentos, combustible y medicinas.
Los trabajadores humanitarios locales afirman que los hutíes han bloqueado la entrega de ayuda humanitaria a los asediados y han impedido que los heridos se desplacen a otras zonas para recibir medicamentos.
“Dos personas de edad avanzada murieron de derrames cerebrales a causa del asedio. Siete de las nueve tiendas de comestibles han cerrado debido a la escasez de productos y alimentos. La situación es muy grave allí”, dijo a Arab News por teléfono Khaled Al-Shajani, jefe adjunto de la oficina de Marib de la Unidad Ejecutiva para los Campos de Desplazados Internos.
El jueves estallaron intensos combates entre los hutíes y las fuerzas gubernamentales al oeste y al sur de Marib, cuando los milicianos atacaron nuevas zonas en Juba, Al-Mashjah, Al-Kasara, Serwah y Jabal Murad.
La escalada de los combates en torno a Marib comenzó en febrero, cuando los hutíes reanudaron una ofensiva para capturar la ciudad, el último bastión del gobierno en el norte.