La intervención extranjera en la guerra civil libia podría perjudicar intereses vitales israelíes, según ha determinado el Ministerio de Inteligencia en una nueva evaluación de la situación obtenida por Israel Hayom.
Durante el último año y medio, Libia ha estado dividida entre dos gobiernos. El “Gobierno del Acuerdo Nacional” tiene su sede en Trípoli, controla el oeste del país y ha adoptado una línea pro-islam. Está reconocido oficialmente por las Naciones Unidas y recibe ayuda de Turquía y Qatar.
Por otra parte, las fuerzas bajo el mando del mariscal de campo, Khalifa Haftar, controlan el este del país y cuentan con el respaldo de Rusia, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Francia. En los últimos meses se ha intensificado la intervención extranjera. Turquía está tomando el control de las aguas territoriales de Libia y el bloque de Haftar también ha intensificado sus esfuerzos.
“La creciente intervención extranjera y los resultados del conflicto plantean amenazas a los intereses nacionales de Israel”, informó el Ministerio de Servicios de Inteligencia en su evaluación de la situación en el país devastado por la guerra.
Según los autores del informe del ministerio, el principal proyecto en peligro debido al control turco de las aguas libias es el gasoducto de gas natural que unirá la cuenca del Mediterráneo oriental con Europa. El enorme proyecto está encabezado por el Ministro de Energía, Yuval Steinitz, junto con sus homólogos de Egipto, Chipre y Grecia.
“Israel no tiene ningún interés o deseo de enfrentarse a Turquía o de estar en primera línea contra ella, ya sea en Libia o en otros lugares”, señala el informe.
Con eso, los autores también postularon que la cooperación entre los diversos actores extranjeros en Libia podría impactar positivamente los intereses de Israel.