Cuando el viernes pasado, el ministro de Relaciones Exteriores Yisrael Katz se enfrentó en las noticias del Canal 13 con un informe de que el primer ministro Netanyahu le había dicho al presidente de Chipre que el acuerdo marítimo entre Turquía y Libia iba a ser condenado como “ilegal”, confirmó que “esa es la posición oficial de Israel. Pero eso no significa que estemos enviando cazas para enfrentar a Turquía”.
El acuerdo entre Ankara y Trípoli crea un corredor de fronteras marítimas entre Libia y Turquía, abriendo potencialmente el camino para la exploración de petróleo y gas en ese país.
El gobierno israelí no había hecho previamente ningún comentario público sobre el acuerdo firmado el mes pasado entre Libia y Turquía que establece las fronteras marítimas en el Mediterráneo oriental.
Grecia, que es un aliado cercano de Israel y está en desacuerdo con Turquía por una serie de cuestiones, calificó el acuerdo de absurdo porque ignoraba la presencia de la isla griega de Creta entre las costas de Turquía y Libia, según Reuters.
Katz, en una entrevista televisiva, dijo que aunque el presidente turco Recep Tayyip Erdogan era un adversario, no cree que Israel ni Turquía, que es miembro de la OTAN, estén buscando un conflicto.
“No tenemos ningún deseo, y Turquía no tiene ningún deseo de una confrontación con Israel”, dijo.