Jordania planea “modernizar” su sistema político, según un funcionario, meses después de una crisis sin precedentes en el palacio real y en un contexto de descontento social.
La iniciativa pretende ofrecer a los jordanos “una vida política que se adapte a ellos”, dice Samir al-Rifai, ex primer ministro nombrado este mes por el rey Abdalá II para supervisar los cambios.
Jordania se vio sacudida en abril por un supuesto complot para “desestabilizar” el reino que implicaba al príncipe Hamzah, hermanastro del rey Abdalá y antiguo príncipe heredero. El reino ha sido testigo de episodios de agitación en los últimos meses, incluyendo protestas dispersas contra un toque de queda implementado y las dificultades económicas provocadas por la pandemia de coronavirus.
Como parte de la iniciativa, Rifai dirigirá un comité que refleje las sensibilidades particulares del país. Está formado por 91 miembros que representan a islamistas, laicos, nacionalistas, comunistas e independientes de la política, el mundo académico y la sociedad civil.
El organismo presentará “recomendaciones al gobierno antes de octubre”, que a su vez las someterá a las cámaras baja y alta del parlamento, dijo Rifai en una conferencia de prensa en Ammán.
“Nuestro objetivo es que haya más jordanos representados (en el parlamento), para motivarlos a participar en las elecciones y hacerles sentir que su voz tiene un impacto”, dice.
Para lograrlo, dice, el comité propondrá “un nuevo proyecto de ley electoral” y otra propuesta sobre “partidos políticos para la transición a una Jordania moderna”.
“Estamos avanzando hacia una verdadera vida política de partidos”, dice, insistiendo en que la iniciativa no está sujeta a “ninguna influencia o interferencia” del gobierno.