Las autoridades de Jordania han intensificado en los últimos cuatro años la persecución y el acoso de opositores políticos y ciudadanos de a pie utilizando una serie de leyes para silenciar las voces críticas, señaló el domingo Human Rights Watch.
Las autoridades utilizaron leyes imprecisas para detener, interrogar y acosar a periodistas, activistas políticos, miembros de partidos políticos y sindicatos independientes, así como a sus familiares, y restringieron su acceso a derechos básicos para reprimir la disidencia política, señaló el grupo de derechos en un informe.
«Hay una necesidad urgente de abordar la espiral descendente de los derechos que estamos viendo en Jordania hoy en día», dijo Lama Fakih, director de Oriente Medio de Human Rights Watch.
«‘Mantener la estabilidad’ nunca puede ser una justificación para abusar de los derechos de las personas y cerrar el espacio que toda sociedad necesita», añadió Fakih.
No hubo respuesta inmediata del gobierno a una solicitud de Reuters para comentar el informe de HRW.
¿Cómo ha llegado HRW a esta conclusión?
El grupo de derechos con sede en Nueva York dijo que investigó 30 casos entre 2019 y 2022 en los que las autoridades utilizaron disposiciones penales de difamación demasiado amplias para detener y acusar a los ciudadanos por expresar pacíficamente opiniones políticas en plataformas de medios sociales o en reuniones públicas.
El gobierno jordano también ha disuelto partidos políticos y sindicatos elegidos de forma independiente, dijo HRW.

Decenas de activistas han sido detenidos en los últimos años por comentarios en las redes sociales.
El rey Abdullah, firme aliado de Estados Unidos, ha pedido a los servicios de inteligencia que limiten sus actividades a la seguridad nacional y a la lucha contra el terrorismo, en una reprimenda a la agencia con una influencia omnipresente en la vida pública.
Los políticos afirman que el monarca se enfrenta a los desafíos de un establishment conservador para impulsar reformas económicas y políticas más amplias.
Los activistas jordanos de los derechos han acusado al gobierno de utilizar los poderes draconianos de las leyes de emergencia promulgadas para frenar el COVID-19 como excusa para limitar los derechos cívicos y políticos.
Recientemente, el gobierno afirmó que una ley de partidos políticos recién promulgada a principios de este año eliminaba las restricciones al activismo pacífico de la oposición y constituía un avance hacia una mayor democratización.