Kuwait informó que reconstruirá el único gran almacén de cereales de Líbano que fue destruido por la explosión masiva del puerto de Beirut, lo que hace temer una escasez de alimentos en un país que ya está en crisis financiera.
La destrucción de la estructura de capacidad de 120 mil toneladas del puerto, el principal punto de entrada de las importaciones de alimentos, hizo que los compradores tuvieran que recurrir a instalaciones de almacenamiento privadas más pequeñas para sus compras de trigo, sin que el gobierno pudiera recurrir a sus reservas.
El embajador de Kuwait en Líbano, Abdulaal al-Qenaie, anunció en comentarios a la radio local VdL el fin de semana que el silo se construyó por primera vez en 1969 con un préstamo de desarrollo kuwaití.
La monarquía del Golfo reconstruirá ahora el silo para que siga siendo un símbolo de “cómo gestionar las relaciones entre dos países hermanos que se respetan mutuamente”, se citó a Qenaie.
La explosión del puerto mató al menos a 180 personas, hirió a miles y destrozó franjas de la capital libanesa, lo que obligó al gobierno a dimitir.
El ahora Ministro de Economía provisional, Raoul Nehme, ha asegurado al público que no habrá crisis de harina o de pan en Líbano, que compra casi todo su trigo en el extranjero.
Los planes para otro silo de grano en el segundo puerto más grande de Líbano, Trípoli, fueron archivados hace años debido a la falta de fondos, mencionó un funcionario de la ONU a Reuters a principios de este mes, funcionario del puerto y experto regional en granos.
La ayuda humanitaria ha llegado a Líbano. Pero los donantes extranjeros han dejado claro que no rescatarán al Estado sin reformas para hacer frente a la corrupción y la negligencia arraigadas.
Los estados árabes del Golfo que alguna vez dieron apoyo financiero a Líbano se han cansado en los últimos años del creciente papel de Hezbolá, apoyado por Irán, en los asuntos de estado.