Una encuesta sobre medios de comunicación y periodistas afganos, realizada por Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Asociación de Periodistas Independientes Afganos (AIJA), ha revelado que casi la mitad de los medios de comunicación independientes de Afganistán han cerrado sus puertas, y más de la mitad de los periodistas del país han perdido sus puestos de trabajo, desde la toma del país por el grupo islamista talibán en agosto.
La encuesta reveló que, de los 543 medios de comunicación que cubrían el país a principios de agosto, sólo 312 seguían intactos. 231 medios de comunicación del grupo inicial habían sido cerrados, lo que costó el puesto de trabajo a 6.400 periodistas, el 60% de los que había en el país. A las mujeres periodistas les fue aún peor: sólo el 16% seguían empleadas, según el estudio.
El informe no saca una conclusión firme sobre la causa del cierre, pero señala que las condiciones de los periodistas en el país se han deteriorado bajo el gobierno de los talibanes. El gobierno interino dirigido por los talibanes no ha bloqueado directamente el trabajo de los periodistas, pero ha impuesto una serie de restricciones a su actividad. Desde septiembre, los periodistas están obligados a seguir las “11 reglas de periodismo” publicadas por el Ministerio de Información, que incluyen evitar historias “contrarias al Islam”, insultar a figuras nacionales, violar la privacidad de los afganos o que puedan afectar negativamente a la moral pública. Aunque la mayoría de las normas son bastante neutrales -por ejemplo, se pide a los periodistas que difundan las dos caras de una historia-, RSF argumentó que su lenguaje vago y su aplicación arbitraria incentivan a los periodistas a autocensurarse.
El informe también señala que las condiciones económicas han provocado un descenso de la actividad periodística. El país se ha enfrentado a una fuerte recesión económica tras la toma del poder por los talibanes, lo que ha hecho temer una hambruna. Con la contracción económica, los ingresos por publicidad de muchas emisoras de radio y televisión han disminuido considerablemente, lo que ha provocado una mayor pérdida de puestos de trabajo.
El informe señala que los talibanes no han prohibido del todo que las mujeres trabajen en los medios de comunicación, pero muchas se han visto obligadas a abandonar sus puestos de todos modos, lo que ha provocado que amplios sectores del país carezcan de mujeres periodistas.
El periodismo en Afganistán ha sido tradicionalmente una ocupación peligrosa. Los talibanes y otros grupos extremistas, como la rama local del Estado Islámico, conocida como ISIS-K), han atacado a periodistas. Incluso han sido atacados por las fuerzas del anterior gobierno dirigido por el presidente Ashraf Ghani.