El Líbano ha entrado en hiperinflación, siendo el primer país del Oriente Medio y el África septentrional en hacerlo. Con una tasa de inflación anual del 462% y un aumento de los precios de los alimentos de casi el 200% este mes, el Líbano se ha unido a Venezuela en la hiperinflación. Mientras tanto, la libra libanesa ha perdido el 82% de su valor este año.
El Líbano se ha convertido en el primer país de la región del Oriente Medio y el Norte de África (MENA) de la historia en experimentar hiperinflación, explicó Steve H. Hanke, profesor de economía aplicada de la Universidad Johns Hopkins y experto en hiperinflación.
Hanke y su colega Nicholas Krus han rastreado otros 61 casos de hiperinflación en la historia del mundo, incluyendo Hungría en 1945 y Yugoslavia entre 1992 y 1994, cuando la hiperinflación alcanzó un pico de 313 millones por mes. La hiperinflación se produce cuando la tasa de inflación de un país supera el 50% por mes durante 30 días consecutivos.
El 22 de julio, el Líbano entró en los libros de récords con el 62º episodio de hiperinflación del mundo, confirmó Hanke. Lo describió en la publicación de la Revista Nacional:
Ahora hay dos hiperinflaciones en curso: La del Líbano, donde la tasa de inflación anual es del 462 por ciento, y la de Venezuela, donde la tasa anual se dispara al 2.219 por ciento.
Venezuela ha estado en hiperinflación desde abril, dijo Hanke. Señaló además que solo un pequeño número de mercados emergentes están experimentando actualmente graves problemas de inflación, pero el número está aumentando. Zimbabwe, Siria, Sudán e Irán se enfrentan a una inflación creciente, pero ninguno de ellos sufre actualmente de hiperinflación, aclaró.
“Las causas subyacentes de la inflación son siempre las mismas”, el profesor fue citado por Reuters diciendo. “Los gobiernos empiezan a tener déficits fiscales cada vez mayores y piden al banco central que financie esos déficits porque las vías de financiación de los impuestos y los bonos son inadecuadas. En las hiperinflaciones, los bancos centrales están obligados a financiar virtualmente todas las operaciones fiscales del gobierno”.
Esta es la peor crisis del Líbano desde la guerra civil de 1975-90, señaló Hanke. La situación empeoró cuando el país dejó de pagar su deuda en marzo. Los datos oficiales citados por el Credit Libanais muestran que los costes de alimentos y ropa aumentaron un 190% y 172% respectivamente en mayo con respecto al año anterior. Otros informes muestran estadísticas similares a principios de este mes.
La libra libanesa ha perdido el 82% de su valor frente al dólar americano en el mercado negro desde enero. “En cuanto al tipo de cambio oficial, los libaneses pueden olvidarse de él”, comentó Hanke, añadiendo:
Sus ahorros están congelados en los bancos del Líbano. Los bancos no tienen dólares para cambiar y han impuesto controles de capital (estrictos límites de retiro) para evitar el colapso.