El presidente del Líbano, Michel Aoun, dijo el viernes a un funcionario estadounidense de visita que su país “depende en gran medida” de la mediación de Washington en relación con una disputada frontera marítima con Israel, y espera que Estados Unidos pueda ayudar a las partes a superar las dificultades que puedan enfrentar.
Los comentarios de Aoun fueron publicados por su oficina después de su reunión con el Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Cercano Oriente, David Schenker, el principal diplomático estadounidense para el Medio Oriente. La declaración de la oficina de Aoun citó a Schenker diciendo que espera que las negociaciones se completen lo más pronto posible y lleguen a resultados positivos.
El miércoles, Schenker asistió a la sesión de apertura de las conversaciones mediadas por EE.UU. entre el Líbano e Israel en un complejo de la ONU en la zona fronteriza conocida como Ras Naqoura.
Israel y el Líbano no tienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en estado de guerra. Cada uno de ellos reclama unos 860 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) del Mar Mediterráneo como dentro de sus propias zonas económicas exclusivas.
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Israel ya ha desarrollado una industria de gas natural en otra parte de sus aguas económicas, y el Líbano espera que los descubrimientos de petróleo y gas en sus aguas territoriales le ayuden a superar la peor crisis económica y financiera de su historia moderna.
La crisis económica del Líbano es el resultado de decenios de corrupción y mala gestión, pero se ha visto agravada drásticamente por la pandemia del coronavirus, así como por una explosión masiva ocurrida en Beirut el 4 de agosto, que mató e hirió a muchas personas y causó daños por valor de miles de millones de dólares.
El gobierno del Primer Ministro libanés Hassan Diab dimitió pocos días después de la explosión, y más de dos meses después el Líbano sigue sin gabinete debido a las disputas políticas entre grupos rivales.
Aoun le dijo a Schenker que se estaba trabajando para la formación de “un gobierno limpio que se centre en lograr las reformas necesarias”.
La comunidad internacional ha dicho que no ayudará al Líbano a salir de su crisis económica antes de que implemente grandes reformas, además de combatir la corrupción.