BEIRUT – El Tribunal de Apelación del Líbano rechazó el lunes las demandas presentadas contra el principal investigador de la explosión del puerto de Beirut, en una decisión que le permite reanudar su trabajo, informó la agencia de noticias nacional del país.
El fallo del lunes se produjo una semana después de que tres ex ministros del gabinete, que también son acusados en la investigación, acusaran al juez de parcialidad y presentaran demandas exigiendo su destitución.
La recusación suspendió automáticamente la investigación hasta que se tomara una decisión. El tribunal de apelación rechazó la petición de destitución del juez Tarek Bitar, alegando que hacerlo no es de su competencia. El tribunal multó a cada uno de los tres ex ministros con 800.000 libras libanesas (47 dólares al cambio del mercado negro y unos 530 dólares al cambio oficial).
La demanda forma parte de una creciente campaña de la clase política libanesa contra la investigación de la devastadora explosión del puerto del 4 de agosto de 2020. La explosión destruyó fuertemente partes de Beirut, mató a más de 200 personas e hirió a más de 6.000.
La clase política gobernante, acusada por grupos de derechos y por la opinión pública de conocer el material explosivo almacenado en el puerto y de hacer poco para protegerse de él, ha cerrado filas contra Bitar y su predecesor. Ambos han querido interrogar a los altos cargos políticos y de seguridad acusados de la negligencia que provocó la explosión.
Bitar asumió el cargo en febrero, después de que el juez Fadi Sawwan fuera también destituido de su puesto tras la presentación de recursos judiciales similares por parte de altos funcionarios.
Varios dirigentes políticos han acusado a Bitar de politizar la investigación, de violar la Constitución al ignorar la inmunidad concedida a los legisladores y a los funcionarios del gobierno, y de perseguir a algunos funcionarios y no a otros.
La suspensión de la investigación y los repetidos intentos de obstruirla han enfurecido a las familias de las víctimas mortales de la explosión, que califican la investigación de Bitar como la última esperanza que tienen en el poder judicial libanés. Afirman que la investigación se ha visto empañada por las repetidas interferencias políticas y el fracaso a la hora de llevar a los funcionarios ante la justicia.
Bitar todavía se enfrenta a al menos otro desafío legal de un cuarto acusado, también ex ministro, que ha planteado “sospechas legítimas” contra el investigador principal. El máximo tribunal del país debe decidir en el caso. Sólo el máximo tribunal, llamado Tribunal de Casación, podría dejar en suspenso la investigación.