La Corporación Nacional de Petróleo de Libia volvió a declarar la Fuerza Mayor a las exportaciones, acusando a los Emiratos Árabes Unidos de estar detrás de un bloqueo mientras el caos seguía engullendo la industria petrolera del país.
El domingo, el NOC anunció que los EAU habían instruido a las fuerzas orientales en Libia para cerrar la producción de petróleo. El país norteafricano había reanudado las exportaciones solo dos días antes, antes de que el comandante oriental, Khalifa Haftar, ordenara un paro el sábado por la noche. La rápida reversión refleja la persistente agitación que asola a la nación de la OPEP.
Los Emiratos Árabes Unidos, junto con Rusia y Egipto, apoyan al ejército de Haftar, que ha insistido en que el bloqueo continúe y ha dicho que un petrolero al que se le dio permiso para cargar petróleo en el puerto de Es Sider fue solo una excepción. La instrucción de los Emiratos es “gravemente decepcionante, especialmente después de las repetidas declaraciones de muy altos representantes de los EAU la semana pasada en apoyo de los esfuerzos internacionales para reiniciar la producción de petróleo en Libia”, señaló el NOC en una declaración.
Los Emiratos Árabes Unidos no han respondido públicamente a la acusación del NOC, pero su ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Anwar Gargash, tuiteó el lunes que su país “quiere ver un retorno a la producción de petróleo en Libia tan pronto como sea posible, con las salvaguardias en su lugar para evitar que las ganancias alimenten un mayor conflicto”. Seguimos trabajando para un inmediato cese al fuego y el retorno a un proceso político.
Libia ha estado en el centro de una guerra por poderes entre varias potencias regionales, y sigue dividida entre un gobierno reconocido por las Naciones Unidas en la capital Trípoli, donde el NOC tiene su sede, y una administración competidora con sede en el este.
El bloqueo de Haftar, que comenzó en enero, hizo que la producción de petróleo crudo libio se redujera de 1,2 millones a unos 100 mil barriles por día, y le ha costado al país 7 mil millones de dólares en pérdidas de ingresos, según el banco central. La producción de Libia llegó a 1,6 millones de barriles diarios a principios del 2011, antes de que un levantamiento derrocara al líder de larga data, Moammar Qaddafi, y condujera a la guerra civil.
Industria dilapidada
Las instalaciones petroleras de Libia han sido clave en el conflicto, con diferentes grupos cerrándolas repetidamente. Los cierres y la falta de mantenimiento han dañado gravemente los campos y pozos, cuya reparación costará cientos de millones de dólares, indicó el presidente del NOC, Mustafa Sanalla, en una entrevista en junio.
Una fuerza mercenaria rusa, el Grupo Wagner, y mercenarios sirios ocupan ahora el puerto de Es Sider, mientras que Wagner y mercenarios sudaneses están acampados cerca del campo petrolífero de Sharara, manifestó el NOC.
Debe haber “consecuencias para las acciones del puñado de estados que están socavando el orden internacional basado en reglas y destruyendo a Libia”, mencionó Sanalla en el comunicado. “El renovado bloqueo demuestra la urgente necesidad de que las medidas para mejorar la transparencia financiera vayan acompañadas de una reforma de la seguridad en las instalaciones petrolíferas”.