La mayoría de los dirigentes del mundo árabe enviaron recientemente mensajes a Israel, insinuando que, si Israel decide aplicar su soberanía a partes de Judea y Samaria, no armarán un escándalo, informó Israel Hayom.
Según el informe, en conversaciones internas mantenidas por los dirigentes árabes, se mencionó que debían mantenerse al tanto de la reacción de la población a la soberanía israelí, si llegaba a producirse.
Sin embargo, ellos mismos son indiferentes a la cuestión, y bastará con una condena simbólica del paso.
Según los dirigentes, solo si se produjera una violencia que afectara a la estabilidad de su gobierno, actuarían contra la soberanía israelí. En el informe también se señalaba que esos mensajes habían llegado a Israel desde Egipto, Arabia Saudita y los Estados del Golfo Pérsico.
El único dirigente árabe que ha expresado su oposición a los planes de soberanía de Israel es el Rey Abdullah II de Jordania. Aunque Jordania tendría un interés personal en mantener a las FDI en su frontera occidental, hay serias preocupaciones de que se produzcan protestas violentas que desestabilicen el gobierno, y por lo tanto Abdullah II se ha opuesto a la medida, tanto en los foros regionales como internacionales, según el informe.