El ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán pidió el sábado un nuevo esfuerzo para evitar que el vecino Afganistán se hunda aún más en la crisis, al tiempo que anunciaba una reunión extraordinaria de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) a finales de este mes.
La reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países islámicos se celebrará en Islamabad el 19 de diciembre, con delegaciones de la Unión Europea y del llamado grupo P5, formado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China.
“Abandonar Afganistán a estas alturas sería un error histórico”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Shah Mahmood Hussain Qureshi, en una conferencia de prensa en Islamabad, en la que advirtió de que la mitad del país corre el riesgo de morir de hambre, lo que podría desencadenar un mayor caos.
“La inestabilidad podría dar paso a un nuevo conflicto, podría desencadenar un éxodo de refugiados”, dijo.
La crisis humanitaria a la que se enfrenta Afganistán desde que la ayuda internacional se cortó bruscamente tras la toma del poder por parte de los talibanes el 15 de agosto, y el temor a una catástrofe si no se controla la situación, es cada vez mayor.
Sin embargo, la llegada de la ayuda se ha visto dificultada por las sanciones impuestas al trato con los talibanes, la decisión de Estados Unidos de congelar miles de millones de dólares de las reservas del banco central mantenidas fuera de Afganistán y el colapso de gran parte del sistema bancario del país.
Recientemente, Pakistán accedió a permitir el tránsito de 50.000 toneladas de trigo a través de su territorio desde la India para ayudar a Afganistán, pero las agencias de ayuda han advertido que se necesita urgentemente mucha más ayuda.