Los refugiados yazidíes que provienen de las comunidades que sufrieron el genocidio del ISIS han encontrado el camino hacia Chipre.
Según un activista que trabaja con la minoría yazidí y los supervivientes del genocidio, un total de ocho familias llegaron a Chipre hace varias semanas.
Genocidio y persecución de los yazidíes
Los yazidíes son una minoría religiosa que reside mayoritariamente en Irak, pero algunos han vivido históricamente también en zonas que pasaron a ser Siria y Turquía. En los últimos años han sufrido una brutal persecución por parte de terroristas y grupos extremistas. El ISIS cometió un genocidio contra los yazidíes en Sinjar, en el norte de Irak, matando y secuestrando a miles de personas.
Desde el genocidio, en 2014, muchos cientos de miles de yazidíes se han visto obligados a ir a campos de desplazados. Esto hizo que muchos buscaran una vida mejor en otros lugares, viajando a través de Turquía hacia Europa.
Como miembros de un grupo minoritario que ha sido perseguido por los extremistas islamistas, a menudo se enfrentan a la persecución a lo largo del viaje, a veces a manos de otras personas que dicen ser refugiados. Según la fuente, decenas de yazidíes siguen emigrando a través de Grecia hacia el resto de Europa. No es habitual que acaben en Chipre porque el viaje es más complejo y peligroso.
Aterrizaje en Chipre
Sin embargo, recientemente varias familias acabaron en Chipre, cerca de Nicosia. Una de ellas es una madre con dos hijos, y sus otros hijos y su marido seguían varados en Turquía.
Según una fuente, muchos yazidíes sienten que no tienen esperanza y siguen abandonando Irak hacia otros destinos. Se ven obligados a recorrer una difícil distancia a través de Turquía y se enfrentan a la persecución en el camino. Con la llegada del invierno se espera que los yazidíes se enfrenten a más problemas. La fuente que se mantiene en contacto con los yazidíes que intentan huir o buscar campos de refugiados ha documentado a algunos que han desaparecido haciendo el viaje.
Por desgracia, a pesar de la atención prestada al genocidio de los yazidíes, no ha habido un esfuerzo concertado por parte de la comunidad internacional para ayudar a los supervivientes. Eso significa que no hay mucha ayuda para los que siguen atrapados en campos de refugiados o para ayudarles a conseguir el estatus de asilo en Occidente. Tampoco hay un apoyo real para que vuelvan a casa con seguridad en Sinjar; o para que hagan su vida en otro lugar. Por ello, muchos intentan marcharse y algunos no han acabado en Chipre.
Una de las personas atrapadas en Chipre dijo que tenía muy poco que comer durante días y que están en circunstancias difíciles. Algunas de estas personas han intentado muchas veces huir a Europa. Han acabado en Chipre porque las fronteras con Grecia son más difíciles de cruzar. Muchos se encuentran en una situación imposible; no pueden volver a su casa en Sinjar (Irak) y viven en campamentos en los que todavía viven en simples tiendas de campaña que pasan frío en invierno y a menudo sufren riesgos de incendio; en Turquía, se enfrentan a la persecución y deben ocultar su identidad; y luego, de camino a Europa, tienen que cruzar numerosos países.