La 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas entró en su segundo día, con los reyes de Jordania y Arabia Saudita pidiendo una “solución de dos Estados” para el conflicto árabe-israelí.
En un discurso pregrabado, el rey Abdullah II de Jordania dijo que el último conflicto de 11 días entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza subrayaba que “la situación actual es simplemente insostenible”.
“La seguridad general para ambas partes, de hecho para todo el mundo, solo puede garantizarse con una solución de dos Estados”, dijo y pidió la creación de un Estado palestino establecido en las líneas de 1967 con el este de Jerusalén como capital.
El rey jordano también pidió que se siga apoyando al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente.
Del mismo modo, el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz, subrayó en su discurso pregrabado la posición de larga data de Riad sobre la creación de un Estado palestino.
“La paz en Oriente Próximo es nuestra opción estratégica”, dijo, subrayando que incluiría una solución a la cuestión palestina y una iniciativa de paz árabe que garantice los derechos de los palestinos a un Estado independiente, también basado en las líneas de 1967 y con Jerusalén Este como capital.
No obstante, la mayor parte del discurso del rey Salman se centró en el rival de Arabia Saudita, Irán. El líder dijo que Riad apoya los esfuerzos para evitar que Teherán obtenga armas nucleares, mientras los líderes mundiales se preparan para reanudar las conversaciones con el régimen de los ayatolás para restablecer el pacto nuclear de 2015.
“El reino insiste en la importancia de mantener a Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva, sobre esta base apoyamos los esfuerzos internacionales destinados a evitar que Irán tenga armas nucleares”, dijo el rey Salman.
Irán y Arabia Saudita, principales potencias musulmanas chiíes y suníes en Oriente Medio, han sido rivales durante años, apoyando a aliados que luchan en guerras por delegación en Yemen, Siria y otros lugares. Cortaron sus lazos diplomáticos en 2016, pero este año han mantenido conversaciones para reducir las tensiones.
“Irán es un país vecino, y esperamos que nuestras conversaciones iniciales con él conduzcan a resultados concretos para construir la confianza … basada en … el respeto de la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos”, dijo el rey saudí.