Qassem Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán (CGRI), se encuentra actualmente en Irak cuando el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, presentó su renuncia ante el parlamento iraquí durante el fin de semana, según un informe de Al Arabiya.
Soleimani también fue enviado a Irak en octubre para ayudar a asesorar al gobierno sobre la represión. Según Al Arabiya, se reunió con las milicias de las Fuerzas de Movilización Popular (PMF) y les dijo que apoyaran a Mahdi durante la visita de octubre.
Los manifestantes iraquíes han afirmado que las fuerzas iraníes de “habla persa” han estado disparando contra los manifestantes, según Al Arabiya. El PMF en Irak está respaldado por Irán.
Los consulados de Irán en las ciudades de Karbala y Najaf han sido incendiados y se han izado banderas iraquíes sobre ambos durante las protestas, que comenzaron en octubre. Al menos 28 personas fueron disparadas por las fuerzas de seguridad después de que el consulado de Najaf fuera incendiado, según Reuters.
La decisión de Mahdi de dimitir fue tomada después de que el clérigo musulmán chiíta Gran Ayatolá de Irán, Alí al-Sistani, pidiera un cambio de liderazgo el viernes, según Al Arabiya.
Sistani dijo que los ataques contra manifestantes pacíficos estaban “prohibidos”, pero también instó a los manifestantes a rechazar la violencia. Los manifestantes “no deben permitir que las manifestaciones pacíficas se conviertan en ataques a la propiedad o a la gente”, dijo.
Mahdi pidió al gobierno que “actúe en interés de Irak y preserve la sangre de su pueblo, y evite caer en un ciclo de violencia, caos y devastación”.
Más de 400 personas han muerto en las protestas que se han extendido por todo Iraq contra el deterioro de las condiciones de vida y los servicios de salud, la corrupción del gobierno, el desempleo y la interferencia de Irán en el país.
La dimisión de Mahdi se produce exactamente un mes después de que el Primer Ministro libanés Saad Hariri anunciara su dimisión ante las protestas antigubernamentales que se extendieron por todo el Líbano a causa de una economía en crisis.
Tanto en el Líbano como en Irak, los manifestantes se pronunciaron en contra de la influencia de Irán en sus países. En el Líbano, los partidarios de Hezbolá se han enfrentado en múltiples ocasiones con los manifestantes y en el Iraq los manifestantes han afirmado que las fuerzas de Irán y las milicias pro iraníes han atacado a los manifestantes. El jueves en la ciudad de Najaf, en Irak, estallaron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que incendiaron el consulado de Irán en la ciudad.