La máxima responsable de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, declaró el martes que había recibido informes creíbles de graves violaciones cometidas por los talibanes en Afganistán, como ejecuciones sumarias de civiles y restricciones a las mujeres y a las protestas contra su gobierno.
Bachelet instó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que celebra una sesión de emergencia a petición de Pakistán y la Organización de Cooperación Islámica (OCI), a establecer un mecanismo para vigilar de cerca las acciones de los talibanes.
“Una línea roja fundamental será el trato de los talibanes a las mujeres y las niñas”, dijo en el foro de Ginebra.
Por otra parte, un alto diplomático afgano del gobierno depuesto pidió el martes que se rindan cuentas de las acciones de los talibanes, describiendo una situación “incierta y nefasta” en la que millones de personas temen por su vida en medio de informes sobre registros puerta a puerta.
En una sesión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, el embajador Nasir Ahmad Andisha también pidió la creación de un gobierno de base amplia que incluya a todos los grupos étnicos del país y a representantes femeninas.