KABUL – Hombres armados que se presentaban como talibanes atacaron una boda en el este de Afganistán para impedir que se tocara música y mataron al menos a tres personas, informó el gobierno el sábado.
El portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, dijo que dos de los tres atacantes habían sido detenidos, y negó que actuaran en nombre del movimiento islamista.
“Anoche, en la boda de Hajji Malang Jan en la aldea Shamspur Mar Ghundi de Nangarhar, tres personas que se presentaron como talibanes, entraron en el proceso y exigieron que la música dejara de sonar”, dijo.
“Como resultado de los disparos, al menos tres personas han muerto y varias otras han resultado heridas”.
“Los talibanes han detenido a dos sospechosos en relación con el incidente y se sigue persiguiendo a uno que escapó”.
“Los autores del incidente capturados, que han utilizado el nombre del Emirato Islámico para llevar a cabo su disputa personal, han sido entregados para enfrentarse a la Sharia”.
Qazi Mullah Adel, portavoz del gobernador talibán en la provincia de Nangarhar, confirmó el incidente pero no dio detalles. Un familiar de las víctimas dijo que los combatientes talibanes habían abierto fuego mientras se escuchaba música.
La música estuvo prohibida la última vez que los talibanes gobernaron Afganistán y, aunque el nuevo gobierno aún no ha emitido un decreto de este tipo, sus dirigentes siguen desaprobando su uso en el entretenimiento y lo consideran una violación de la ley islámica.
“Los jóvenes estaban tocando música en una habitación separada y tres combatientes talibanes llegaron y abrieron fuego contra ellos. Las heridas de los dos heridos son graves”, dijo el testigo a los periodistas.
“En las filas del Emirato Islámico nadie tiene derecho a apartar a nadie de la música ni de nada, solo a intentar persuadirles. Ese es el principal camino”, había dicho antes Mujahid en una conferencia de prensa.
“Si alguien mata a alguien por sí mismo, aunque sea personal nuestro, es un delito y lo presentaremos ante los tribunales y se enfrentará a la ley”.
El anterior gobierno talibán, entre 1996 y 2001, impuso una interpretación muy estricta de la ley islámica y duros castigos públicos.
Pero, desde que volvió al poder a mediados de agosto tras derrocar al gobierno respaldado por Estados Unidos, los talibanes -que buscan el reconocimiento internacional y el fin de las sanciones- han intentado mostrar una cara más moderada.