Las autoridades talibanes de Afganistán advirtieron el sábado que tienen derecho a reprimir la disidencia y encarcelar a los manifestantes, mientras crece la preocupación por la desaparición de dos mujeres activistas.
Desde que volvieron al poder en agosto, en medio de una precipitada retirada de las fuerzas extranjeras dirigidas por Estados Unidos, las autoridades talibanes han dispersado por la fuerza las concentraciones, han golpeado a algunos periodistas afganos y han detenido a los críticos.
Esta semana, las activistas dijeron que dos de sus compañeras fueron secuestradas en sus casas en la capital tras participar en una manifestación.
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán pidió a los talibanes que “proporcionen información” sobre el paradero de Tamana Zaryabi Paryani y Parwana Ibrahimkhel, supuestamente secuestradas en sus casas el miércoles por la noche.
El portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, negó que hubiera mujeres retenidas, pero dijo que las autoridades tenían derecho “a arrestar y detener a los disidentes o a los que infringen la ley”.
“Nadie debe crear disturbios, porque eso altera la paz y el orden”, dijo a los medios de comunicación.
Se han producido algunas pequeñas protestas para reclamar los derechos de las mujeres, que han mejorado marginalmente en la nación musulmana patriarcal en los últimos 20 años.
Pero los talibanes prohibieron todas las protestas no sancionadas tras volver al poder.
“Si esto ocurriera en cualquier otro país, estas personas serían arrestadas”, dijo Mujahid. “No permitimos actividades ilegales”.
La advertencia de los talibanes contra la “agitación” se produce mientras una delegación del grupo fundamentalista se prepara para mantener conversaciones con funcionarios occidentales en Oslo sobre derechos humanos y ayuda humanitaria.
El Ministerio de Asuntos Exteriores noruego dijo el viernes que ha invitado a representantes de los talibanes a Oslo del 23 al 25 de enero.
Los medios de comunicación noruegos dijeron que se espera que participen en la cumbre representantes especiales de Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y la Unión Europea.
El ministerio no hizo comentarios sobre el informe del periódico.
La ministra noruega de Asuntos Exteriores, Anniken Huitfeldt, subrayó que la visita “no es una legitimación ni un reconocimiento de los talibanes. Pero debemos hablar con quienes en la práctica gobiernan hoy el país”.
“Estamos extremadamente preocupados por la grave situación en Afganistán”, dijo Huitfeldt, señalando que las condiciones económicas y políticas han creado “una catástrofe humanitaria a gran escala para millones de personas” que se enfrentan a la inanición en el país.
El periódico noruego VG dijo que se esperaba la participación de representantes especiales de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y la Unión Europea. El ministerio no comentó la información del periódico.
La ministra noruega de Asuntos Exteriores, Anniken Huitfeldt, subrayó que la visita “no es una legitimación ni un reconocimiento de los talibanes. Pero debemos hablar con quienes en la práctica gobiernan hoy el país”.