Las autoridades talibanes se comprometieron a reforzar la seguridad en las mezquitas chiíes después de que el segundo atentado del Estado Islámico (ISIS) en una semana contra fieles matara el viernes a 41 personas en la ciudad afgana de Kandahar.
El grupo terrorista suní Estado Islámico reivindicó la autoría del atentado contra la mezquita de Fátima en Kandahar, en el que un grupo de terroristas suicidas se abrió paso a tiros en la mezquita antes de inmolarse entre los fieles.
Un funcionario de sanidad dijo que el número de víctimas del atentado se elevaba a 41 muertos y 70 heridos, pero que la cifra podría seguir aumentando. “Algunos de los heridos se encuentran en estado crítico y estamos tratando de trasladarlos a Kabul”, dijo.
El jefe de la policía de Kandahar dijo que se asignarían unidades para proteger las mezquitas chiíes, que hasta ahora han sido custodiadas por fuerzas locales de voluntarios con permiso especial para llevar armas.
“Desgraciadamente no pudieron proteger esta zona y en el futuro asignaremos guardias de seguridad especiales para la protección de las mezquitas y madrasas”, dijo en un comunicado publicado en Twitter por un portavoz talibán.
El ataque a la mezquita de Fátima, la mayor mezquita chiíta de Kandahar, también conocida como la mezquita del Imam Bargah, se produjo una semana después de un ataque similar a una mezquita en la ciudad norteña de Kunduz, en el que murieron hasta 80 personas.
Los atentados contra mezquitas chiíes y objetivos asociados a la minoría étnica hazara, que constituye el mayor grupo chií de Afganistán, eran habituales bajo el anterior gobierno respaldado por Occidente.
La conmoción por los continuos atentados desde que los talibanes tomaron el poder en agosto ha sido mayúscula, empañando la pretensión del movimiento de haber traído la paz a Afganistán tras décadas de guerra.
Desde la toma del poder, el ISIS ha llevado a cabo decenas de operaciones terroristas, desde ataques a pequeña escala contra objetivos talibanes hasta operaciones a gran escala, como el atentado suicida del viernes, en el que murieron decenas de civiles.