El buque de perforación más nuevo y avanzado de Turquía, el Abdulhamid Han, partió esta semana del puerto de Mersin, al sur del país, para iniciar su despliegue al noroeste de Chipre, en el Mediterráneo oriental. El presidente Recep Tayyip Erdogan inauguró el último buque de perforación submarina de hidrocarburos del país, declarando que “nuestra exploración y perforación en el Mediterráneo está dentro de nuestro dominio soberano”.
El estreno del cuarto buque de perforación de Turquía se produce en medio de las crecientes tensiones entre Ankara y Atenas. Los dos países llevan varios años disputando las fronteras marítimas y el espacio aéreo. Además, los frecuentes descubrimientos de reservas de gas natural en las aguas compartidas han desencadenado disputas por los derechos energéticos y demandas de soberanía.
Erdogan anunció que el barco Abdulhamid Han comenzaría a perforar a unas 35 millas de la costa de Gazipasa, en la provincia de Antalya. Según Arab News, el presidente turco advirtió: “Ni las marionetas ni los que manejan sus hilos podrán impedir que obtengamos nuestros derechos en el Mediterráneo”, en referencia a Grecia y Chipre. El mes pasado, Erdogan advirtió a Grecia que desmilitarizara las islas del mar Egeo, diciendo: “Invitamos a Grecia a dejar de armar las islas que tienen un estatus no militar y a actuar de acuerdo con los acuerdos internacionales”. Turquía alega que la acumulación de fuerzas militares por parte de Grecia en un grupo de islas frente a la costa turca llamado Dodecaneso viola los tratados firmados que garantizan su neutralidad. Además, Ankara afirma que la supuesta posesión de las islas por parte de Atenas le da un acceso injusto a las codiciadas reservas de gas natural.
En 2020, las tensiones sobre las aguas compartidas se intensificaron cuando Ankara envió un barco a realizar estudios sísmicos en el Mediterráneo oriental. Tras el incidente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Grecia denunció que la misión era una “gran escalada” y una “amenaza directa para la paz en la región”, según Reuters. En última instancia, el barco de Ankara hizo que Atenas exigiera a la Unión Europea que impusiera sanciones a Turquía en señal de condena por la acción ofensiva percibida. Aunque la ruta propuesta para el Abdulhamid Han está bien alejada de las aguas en disputa, Erdogan amenazó con que el buque perforador “no se detendrá”, y añadió que “irá a otros pozos y seguirá buscando gas hasta que lo encuentre”.
El Abdulhamid Han es un buque perforador de aguas profundas de séptima generación que navega bajo bandera de Turquía. Según el medio de comunicación estatal turco Daily Sabah, el buque es propiedad de la empresa energética turca Turkish Petroleum Corporation (TPAO), que lo explota. Construido en 2002, el buque pesa casi 70.000 toneladas brutas y tiene una profundidad máxima de perforación de 12.200 metros. Al igual que los tres buques de perforación existentes en el país, el Abdulhamid Han lleva el nombre de un famoso sultán otomano. El buque de séptima generación se une a los de sexta generación, el Faith, el Yavuz y el Kanuni. Los tres buques operan actualmente en el Mar Negro, donde Turquía descubrió reservas de gas natural.
La importancia estratégica de las reservas de gas natural ha aumentado tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Muchos países europeos miran hacia otros lugares para satisfacer sus necesidades energéticas, lo que convierte los hallazgos en alta mar en una potencial mina de oro económica. Las oportunidades monetarias que coinciden con la obtención de reservas de gas probablemente estén impulsando el despliegue por parte de Ankara de su nuevo buque de perforación de séptima generación. Un portavoz del gobierno griego dijo a Reuters que está vigilando de cerca la trayectoria del Abdulhamid Han en las aguas en disputa, manteniendo que “Nosotros (Grecia) tenemos que estar vigilantes … Siempre hemos estado haciendo lo que tenemos que hacer para tener estabilidad en nuestra región y para defender plenamente el derecho internacional y nuestros propios derechos soberanos”. Dependiendo del paradero del nuevo buque en un futuro próximo, el potencial de un mayor conflicto entre Ankara y Atenas podría aumentar considerablemente.