Los bombardeos militares turcos dirigidos a lugares cercanos a los campos de refugiados yazidíes en el Kurdistán iraquí han desplazado a los habitantes de los campamentos en las últimas semanas, informó el miércoles la agencia de noticias kurda Rudaw.
“Los yazidíes desplazados de Shingal [también conocida como Sinjar, Irak] en 2014 se han visto ahora obligados a huir de los campos de desplazados internos en Zakho debido a los bombardeos turcos cercanos”, informó Rudaw el 16 de junio. Zakho es una ciudad y un distrito de la gobernación de Duhok, administrada por el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) de Irak. El distrito de Zakho está situado a lo largo de la frontera de Irak con Turquía.
“Más de 3.000 personas han tenido que abandonar los campamentos de Bersive 1, Bersive 2 y Derkar debido a las operaciones turcas en la zona”, declaró al medio de comunicación Khalat Osman, responsable municipal de los campamentos de desplazados internos de Zakho.
Las Fuerzas Armadas turcas lanzaron en abril una campaña conjunta por aire y tierra -Operación Garra-Rayo y Operación Garra-Rayo- en el norte de Irak contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que tanto Ankara como Washington consideran un grupo terrorista. Las operaciones militares turcas han puesto en peligro la vida de los yazidíes que residen en los campamentos de desplazados internos de Zakho, de los cuales casi 3.000 han huido de la zona hacia pueblos de las afueras de Zakho o hacia su patria original en Sinjar (Irak), según Rudaw.
“Turquía instaló tres bases militares en el cercano monte Khamtir hace seis meses”, recordó la agencia de noticias kurda el 16 de junio. Una de las bases militares turcas está situada a solo 3 kilómetros de un campo de desplazados internos de Zakho conocido como “Campo Bersive 1”.
“Oímos las bombas desde la mañana hasta la noche”, dijo a Rudaw Golan Hamo, un residente del campamento Bersive 1.
“Oímos los sonidos de los cazas que realizan ataques aéreos. Han arruinado nuestras vidas”, añadió.
“La guerra ocurre todos los días, con constantes ataques aéreos. Estamos muy asustados. Cada una de nosotras ha luchado con problemas de salud mental en algún momento”, dijo a la agencia de noticias Amira Ilyas, otra residente del campamento Bersive 1.
“Cuando huimos del ISIS [el Estado Islámico de Irak y Siria] vinimos aquí [a Zakho] y empezamos a plantar tomates en la frontera turca”, dijo a Rudaw un agricultor yazidí llamado Murad Khidr.
“Los ataques aéreos tienen lugar todos los días. Ellos [las fuerzas armadas turcas] utilizan RPG [granadas propulsadas por cohetes] y morteros para atacar esta zona. Nadie se atreve a venir aquí”, dijo Khidr, que ahora vive en la aldea de Karne, en las afueras de Zhako.
“Oímos aviones y ametralladoras, y nuestras familias están aterrorizadas. Por eso la gente se va de los campamentos”, dijo a Rudaw Hassan Naamat, otro yazidí que huyó de Zakho a la aldea de Karne.