Mientras Alemania avanza en la adquisición del sistema de defensa aérea Arrow-3 de Israel, el ministro de Defensa Benny Gantz habló con su homólogo estadounidense Lloyd Austin sobre la propuesta que, de ser autorizada, sería el mayor acuerdo de defensa en la historia de Israel, alcanzando una suma de 3.000 millones de euros.
Gantz habló con Austin a última hora de la noche del miércoles sobre la evolución de la propuesta que supondría la venta por parte de Jerusalén del sistema balístico de defensa aérea a Berlín, la primera vez que se vende el sistema a un cliente internacional.
Según un informe del sitio de noticias Calcalistech, Boeing se encargará de fabricar ciertas partes del interceptor. Alemania también comprará misiles tierra-aire Patriot estadounidenses como parte del acuerdo de 3.000 millones de euros.
Alemania ha solicitado que el primer sistema Arrow esté operativo en el país para 2025.
¿Qué es el sistema Arrow?
El Arrow-3, uno de los sistemas de defensa aérea más avanzados de Israel, es capaz de interceptar misiles balísticos a más de 100 km. de altura y con un alcance declarado de hasta 2.400 km. El sistema, desarrollado por Israel Aerospace Industries, incluye componentes desarrollados en Estados Unidos, que ha invertido miles de millones en el sistema.
Se espera que la adquisición del sistema forme parte del desarrollo europeo de un programa conjunto de defensa aérea denominado European Sky Shield Initiative, en el que participarán 14 países miembros de la OTAN: Alemania, Bélgica, Bulgaria, Chequia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Noruega, Países Bajos, Eslovaquia, Eslovenia, Rumanía y Reino Unido. También participará Finlandia, cuya solicitud de ingreso en la OTAN está pendiente.
En octubre se firmó en Bruselas una Carta de Intenciones por la que se inicia el desarrollo del Escudo Celeste, liderado por Berlín y cuyo objetivo es crear un sistema europeo de defensa aérea mediante la adquisición común de equipos de defensa aérea y misiles por parte de las naciones europeas. El sistema rechazaría las amenazas a corta distancia, como los drones, y las de medio y largo alcance, como los misiles balísticos y de crucero.
El canciller alemán, Olaf Scholz, hizo una petición inicial del sistema cuando se reunió con el entonces primer ministro Naftali Bennett en marzo. Y aunque Israel aprobó la venta, según un informe de JNS el retraso en la exportación se debe a la falta de aprobación por parte de Estados Unidos, que ha denegado previamente las solicitudes de otros países para adquirir el sistema.
Sin embargo, la guerra en Ucrania ha estimulado un reajuste de la postura de la OTAN, con los aliados aumentando significativamente su presupuesto de defensa, así como enviando capacidades militares a Ucrania o a los países vecinos. También ha aumentado las esperanzas de que Washington dé luz verde a la venta del Arrow-3 a Berlín.
El vicesecretario general de la OTAN, Mircea Geoană, dijo que la creación de una iniciativa europea de defensa antimisiles era “crucial” tras la invasión rusa de Ucrania.
“Es importante que las cosas se muevan ahora rápidamente con respecto a la adquisición de Patriots, con respecto a la adquisición de Iris-T, y, por supuesto, con respecto a la adquisición de un sistema de defensa que va más allá”, dijo, refiriéndose al Arrow-3.
Tras la invasión rusa de Ucrania, Alemania aumentó su presupuesto de defensa al dos por ciento del PIB y dijo que crearía un fondo especial de 100.000 millones de euros (108.000 millones de dólares) para actualizar rápidamente sus fuerzas armadas.
Se entiende que Israel desempeñará un papel clave en la ayuda a la acumulación de fuerzas de Alemania.