El único portaaviones de Rusia se ha ganado con razón la reputación de barco maldito. A principios de este mes, los medios de comunicación estatales rusos informaron de que el Almirante Kuznetsov no podrá volver al servicio hasta 2024. El “crucero pesado de transporte de aviones” lleva cinco años sometiéndose a reparaciones y mejoras de modernización en los astilleros. Desde su entrada en servicio, el portaaviones ha sufrido numerosas averías, incendios eléctricos mortales y aterrizajes fallidos de aviones.
Sin embargo, el buque sigue siendo el único símbolo de la proyección de poder de Moscú en el mar, por triste que sea.
Almirante Kuznetsov: un nombre largo y una larga historia de problemas
Bautizado originalmente como Almirante de la Flota de la Unión Soviética Kuznetsov, el único portaaviones de Moscú es el buque insignia de la Armada rusa. El buque fue botado por primera vez hace casi cuarenta años por el fabricante de astilleros del mar Negro en la antigua Unión Soviética. El buque funciona con una sustancia negra y tóxica llamada Mazut, un combustible habitual en los barcos de todo el mundo en la primera mitad del siglo XX. El fuerte humo oscuro que produce el combustible hace que el buque sea muy fácil de detectar. Designado como “crucero pesado de transporte de aviones”, el portaaviones cuenta con al menos 24 sistemas de lanzamiento vertical de tipo rotatorio con ocho células de misiles cada uno. Según The Drive, el “buque está erizado con una pared virtual de sistemas de armas cercanas (CIWS), incluyendo seis cañones AK-630 y al menos ocho sistemas CIWS de misiles/cañones Kashtan”.
A pesar de sus décadas de servicio, el Admiral Kuznetsov solo ha participado en una misión de combate de largo alcance. En 2016, el buque viajó al Mediterráneo oriental para prestar apoyo aéreo a las fuerzas pro-Assad en Siria. Esta experiencia fue mediocre en el mejor de los casos y vergonzosa en el peor para la Armada rusa. En primer lugar, el buque perdió dos aviones que no pudieron aterrizar en la cubierta de vuelo del buque. Un caza MiG se estrelló en el mar y un Su-33 se estrelló al aterrizar. Después, el portaaviones fue acompañado finalmente por un remolcador en su viaje de regreso a Rusia en caso de que no pudiera sobrevivir a las aguas por sí mismo.
Almirante Kuznetsov: todos los problemas
La turbulenta historia del Admiral Kuznetsov se remonta aún más atrás. En 2009, se produjo un incendio a bordo del buque mientras estaba anclado frente a Turquía y murió un marinero. Un mes después, el portaaviones se vio envuelto en un gran vertido de petróleo mientras repostaba frente a la costa de Irlanda. Mientras el buque estaba atracado para ser reparado en 2018, se produjo un extraño accidente en el dique seco PD-50 sobre el que estaba posicionado cuando una grúa gigante se estrelló contra la cubierta. Un segundo incendio envolvió al portaaviones en 2019, matando a dos trabajadores e hiriendo a más de una docena. Mientras las secuelas del incendio produjeron daños por valor de varios millones de dólares, la Armada rusa se comprometió a renovar su envejecido (y fallido) buque insignia.
El extenso historial de desgracias y accidentes del Kuznetsov le ha valido la fama de buque “maldito”. En 2017, el entonces secretario de Defensa del Reino Unido calificó al Kuznetsov como “el barco de la vergüenza”, un título ampliamente reconocido en todo el mundo. A pesar de su infamia, el Kuznetsov es el único portaaviones que tiene Rusia. Es probable que el buque siga “activo” hasta que Moscú necesite una alternativa mejor. En la actualidad, Estados Unidos tiene la única Armada con capacidad de proyección de poder global, ya que posee los recursos y la red de apoyo para mantener sus buques en el mar en cualquier rincón del planeta.