Alberto Fernández, presidente de Argentina, anunció recientemente que su país no realizaría ninguna compra inmediata de aviones militares.
El anuncio parece haber puesto punto final a una licitación de aviones de combate que enfrentaba al JF-17 Thunder chino-pakistaní con el HAL Tejas, fabricado en la India.
La presidenta argentina lo anunció durante una entrevista con Financial Times. Más tarde, la cuenta de Twitter de Fernández retuiteó el extracto que contenía la cita.
“Argentina tiene que destinar sus recursos a cosas más importantes que la compra de aviones militares. Estamos en un continente desigual, pero no hay problemas bélicos, y se busca la unidad entre los países”, dijo Fernández.
Además del HAL Tejas y el JF-17, las Fuerzas Aéreas argentinas también estaban considerando el avión de combate F-16, de fabricación estadounidense.
Sorprendentemente, el Presidente hizo estas declaraciones cuando el Ministerio de Defensa estaba iniciando el proceso de agrupación de ofertas tras las diversas evaluaciones realizadas por la Fuerza Aérea Argentina.
Recientemente, se informó de que una delegación de alto nivel de la Fuerza Aérea Argentina supuestamente viajó a Dinamarca para inspeccionar aviones de combate F-16 de segunda mano. La delegación realizó evaluaciones técnicas de los cazas daneses F-16 A/B MLU.
En su momento, el Brigadier Diego García, Director de Planes, Programas y Presupuesto de la Fuerza Aérea Argentina, reveló que la delegación estaba integrada por profesionales y técnicos que viajaron a Europa para evaluar las aeronaves propuestas.
Argentina busca aviones de combate modernos
Argentina lleva décadas buscando modernizar su Fuerza Aérea. Tras la guerra de las Malvinas, el Reino Unido prohibió las exportaciones de material de defensa.
El país no pudo comprar muchos aviones debido a sus asientos eyectables Martin-Baker de fabricación británica, lo que dejó a la nación sudamericana con opciones limitadas.
Aunque tanto el JF-17 de fabricación china como el Tejas indio utilizan asientos Martin-Baker, ambas aeronaves han sido consideradas las mejores opciones para Argentina. Ambas naciones, China e India, planean ofrecer una alternativa al asiento eyectable británico, si el acuerdo se materializa.
La Fuerza Aérea Argentina cuenta actualmente con un puñado de aviones de entrenamiento de fabricación nacional FMA IA-63 Pampa y una pequeña flota de aviones de ataque a tierra Lockheed Martin A-4AR Fightinghawk sustancialmente modernizados, que sufren una grave escasez de componentes.
El gobierno argentino destinó 684 millones de dólares en 2021 a la adquisición de aviones de combate supersónicos para modernizar la deteriorada flota de la fuerza aérea de la nación.
Según las primeras fuentes, el MiG-35, construido por la rusa UAC, el chino-pakistaní CAC/PAC JF-17 Thunder, el Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon y el HAL Tejas estaban siendo tenidos en cuenta.
Más tarde se informó de que los militares argentinos estaban examinando el F-16, el JF-17 y el Tejas y habían eliminado el MiG-35. El avión JF-17 fue ampliamente mencionado como el competidor más fuerte para la licitación.
En noviembre de 2022, el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, se reunió con una delegación de la China National Aero-Technology Import & Export Corporation (CATIC). Al parecer, el embajador habló sobre la posible compra del caza F-17.
Durante las conversaciones, se mencionó con frecuencia el avión por su designación china, AVIC FC-1 Xiaolong. Además, el hecho de que ningún representante pakistaní asistiera a la conferencia corrobora anteriores afirmaciones de que Argentina pretendía sustituir a Pakistán en el proceso de coproducción trabajando directamente con China y estableciendo el ensamblaje nacional del avión.
Mientras tanto, las cuestiones internas también han sido un obstáculo importante para la modernización de la Fuerza Aérea del país. La situación de la nación sudamericana parece excepcionalmente grave dada la actual tendencia de la recesión mundial.
La economía argentina está sometida a una gran presión debido a la inflación. Los inversores están vendiendo activos denominados en pesos debido a su volatilidad y a unos tipos de interés que pueden alcanzar el 52%.
La enmarañada historia militar de la nación y la presión internacional del Reino Unido son culpables de su falta de voluntad para gastar en defensa.